¡Nos intoxican! Cuidado…

Paquetes de comida salen de los restaurantes por “delivery”, rociados con desinfectantes con toxicidad. Pero los restaurantes, al igual que todas las empresas panameñas, solo se ciñen al protocolo de LINEAMIENTOS PARA EL RETORNO A LA NORMALIDAD DE LAS EMPRESAS POS-COVID-19 EN PANAMÁ, creado por el Minsa. Sus inspectores supervisan que todas las empresas usen los productos aprobados, cuyos ingredientes activos son a base de: compuestos clorados -hipoclorito de sodio (Cloro), alcohol, peróxido de hidrógeno y compuestos de amonio cuaternario. Estos ingredientes activos son químicos con toxicidad. El equipo de especialistas COVID no ha incluido alternativas con ingredientes activos naturales, como: ácidos cítricos, ácidos lácticos, cobre, y otros, que también son eficaces contra los microorganismos y sin riesgos a la salud.

Muchos productos de limpieza doméstica, comercial y hospitalaria contienen sustancias químicas con toxicidad como los amonios cuaternarios (de diferentes generaciones), y se han venido usando incluso en plantas procesadoras de alimentos, en bajas concentraciones, lo que no evita su toxicidad y sus efectos dañinos en nuestra salud y la del planeta. Ahora, en la lucha contra el coronavirus, el uso de desinfectantes con toxicidad es masivo. Aumentando la contaminación de las aguas (afectando fauna y flora), y del aire, ahora también dentro de las casas y espacios de trabajo.

Según la OPS, la contaminación del aire puede aumentar el riesgo de infecciones respiratorias, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, cáncer de pulmón y hasta muertes prematuras. También son afectadas la piel, los ojos, el olfato, el gusto. Las sustancias tóxicas son absorbidas a través de la piel y entran al cuerpo, a su sangre, mucosas, leche materna (Kennedy R.C. 2012). Las sustancias tóxicas causan también asma, alergias, problemas digestivos, desordenes de reproducción. Según Goldman L.R. (2000), se debe seguir investigando sobre los efectos en niños, en el sistema sensorial-motor, en el desarrollo infantil, en trastornos como autismo, parálisis cerebral, retraso mental.

Los efectos secundarios de los desinfectantes con toxicidad son factores que pueden agravar los problemas de aprendizaje y el rendimiento escolar y laboral. Una población enferma no puede aprender ni producir eficazmente.

La prioridad actual es protegernos del coronavirus, pero los especialistas encargados de las medidas pos-COVID deberían tener un plan con una visión más larga, que permita también prevenir las consecuencias a mediano y largo plazo que afectarían a toda la población, si únicamente autorizan los ingredientes activos con toxicidad.

Los desinfectantes y sanitizantes son el arma contra el virus, pero no se debería multiplicar el uso de los que tienen sustancias con toxicidad. Actualizar los procedimientos legales para autorizar el uso de los sanitizantes ORGÁNICOS NATURALES que ya tengan los estudios de eficacia biológica, aumentará las posibilidades de que tengamos alternativas más sanas para nuestra población