• 29/02/2020 04:00

Por esos lares (3)

El presidente de la República, don Rodolfo Chiari, liberal, se enteró de que el piloto de fama mundial Charles Lindbergh se encontraba en México con su avión “El Espíritu de San Luis” y le envió una invitación para que llegara a Panamá.

El presidente de la República, don Rodolfo Chiari, liberal, se enteró de que el piloto de fama mundial Charles Lindbergh se encontraba en México con su avión “El Espíritu de San Luis” y le envió una invitación para que llegara a Panamá. Tenía la idea de que se activaría la aviación entre la población, ya restringida desde sus inicios en el país, por aquello de la seguridad de las esclusas del Canal por parte de las autoridades de la Zona del Canal.

Sorpresivamente el coronel Lindbergh aceptó, luego de consultar a sus superiores que accedieron si visitaba todas las capitales de Centroamérica. Lindbergh tendría un especial recibimiento por parte del Gobierno de Panamá y la Zona del Canal en conjunto y se planificó una estadía de seis días, lo que al final se prolongó en 17 días más, debido a actividades que lo llevaron a Boquete, Islas del Rey, sitios turísticos y compromisos con ambas autoridades. El presidente Chiari nombró una comisión para que se estudiara un lugar donde el avión de Lindbergh pudiera aterrizar y, luego de muchas pruebas y reparaciones, se escogió un lugar llamado Piña-Piña que quedaba donde están ahora la piscina, el gimnasio, el estadio y el asilo cuyo suelo compacto permitía el peso de las aeronaves en las pruebas que se hicieron. El coronel Mr. Summer, consideró que el terreno donde se construyó la pista de aterrizaje estaba en condiciones para su uso. El ministro Alfaro, el gobernador de Colón, Juan Demóstenes Arosemena, y el ingeniero Tomás Guardia acompañaron a los pilotos del ejército designados para que efectuasen los vuelos de prueba de aterrizajes y despegues y así nuestro presidente cumplió aquello que prometió de que el avión de Lindbergh aterrizaría en suelo nacional. El avión “Espíritu de San Luis” arribó el 9 de enero de 1928, a las 8 horas de la mañana y el recibimiento del pueblo panameño fue maravilloso. Era imposible calcular cuántas personas asistieron al recibimiento y al desfile programado.

El Sr. Presidente Rodolfo Chiari logró su objetivo que era despertar el entusiasmo por la aviación en la población.

La presencia del coronel Charles Lindbergh trajo como consecuencia una rápida aprobación para que se negociara el transporte del correo internacional para la Compañía Pan American con el Gobierno de Panamá y ratificado también por el Gobierno americano en julio de 1928 en un itinerario desde Cayo Hueso en Florida por Cuba y algunos países centroamericanos. En febrero de 1929 se inaugura el servicio de correo aéreo establecido por dicha compañía y es el mismo Charles Lindbergh quien, acompañado por el presidente de la empresa (Juan Trippe), aterriza en el aeropuerto de France Field en un avión Sikorsky S-38 y fue tanto el entusiasmo por las cartas transportadas que se tuvo que utilizar otro avión para que se encargara del resto de las mismas hacia Cayo Hueso.

Retando las imposiciones de los vecinos, el presidente Florencio Harmodio Arosemena nombró una comisión Ad-Honórem para la construcción de un aeropuerto que fue “organizado, planeado y ejecutado de acuerdo a la necesidad y después de un estudio que permitía valorar el sito que favoreciera el tamaño, forma, área efectiva de aterrizaje, posibilidad de expansión, elevación sobre el nivel del mar, topografía con respecto a drenaje, naturaleza del suelo, vegetación y facilidad de mantener el área en buenas condiciones, accesibilidad por la vía aérea, presencia de terrenos abiertos en la vecindad, además, un estudio de las condiciones meteorológicas que puedan alternar las operaciones del aeropuerto y finalmente, la accesibilidad al centro de la ciudad, tomándose en cuenta el costo de la propiedad, desmonte, nivelación, drenaje, instalación de luz, fuerza de agua, cloacas, teléfonos, telégrafos, caminos, etc.”. ¿Qué les parece?... no fue fácil encontrar en un solo lugar semejantes compromisos.

1914 se recordará como un año en que se registraron dos de los acontecimientos más significativos del siglo pasado. La inauguración de la más grande vía de agua artificial construida por el hombre para unir dos océanos y el inicio de la I Guerra Mundial, trayendo como consecuencia que EUA expidiera una proclama que prohibía a cualquier avión de una potencia beligerante, despegar o aterrizar dentro de la Zona del Canal o volar sobre los espacios aéreos de las tierras y aguas de dicho territorio. De acuerdo con estas reglas, se declaró que la Zona del Canal incluiría las ciudades de Panamá y Colón.

El avión, pronto dejó de ser otro sueño del hombre, para transformarse en el más ingenioso y fantástico invento de todos los tiempos.

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