• 28/12/2018 01:01

Lavado de rostros

‘Ejecutar', en relación a obras de Gobierno, trasciende el impulso de adelantar proyectos que contribuyan a cambiar la imagen del país

‘Ejecutar', en relación a obras de Gobierno, trasciende el impulso de adelantar proyectos que contribuyan a cambiar la imagen del país, aunque se inspiren en verdaderas necesidades populares, para extenderse a la completa realización de aquellas obras que clama la ciudadanía, destinadas a vivir con dignidad en forma permanente, en las que nos supeditemos al mejoramiento material, cultural y espiritual, de las grandes mayorías. Fijarse como meta ejecutar el 100 % del presupuesto es relevante, para medir la capacidad de gestión; pero igual, o más importante, resulta ser el carácter de las obras que se pretendan llevar a cabo. Reflexionar al respecto, conduce necesariamente a indagar en cuál propuesta gubernamental encontramos este planteamiento y tal ejercicio mental constriñe, todo el campo, a la propuesta que lidera Nito Cortizo.

¿Por qué está aquí la garantía de una real ejecución gubernamental? Solamente el PRD, con organismos internos democráticos de consulta, ha completado trabajando durante los últimos dos años un pormenorizado programa de estudio, diagnóstico y fórmulas de soluciones, con 27 mesas de trabajo y la participación de más de 800 profesionales, que se han sumado a las 50 mesas de trabajo que se crearon para nutrir de ideas el Plan de Gobierno de Nito; quien en su activo personal cuenta con la coordinación anterior de dos planes de Gobierno. Ello constituye la evidencia contundente, congruente, irrefutable y concluyente, de que ese lado de la contienda electoral es poseedor de las herramientas propias para entender que ejecutar es más que un plan agradable a los oídos, tendiente a lavarse el rostro de presentación electoral. Es un esfuerzo titánico para que todos los sectores socioeconómicos alcancen niveles decorosos de vida, sin exclusiones, ni tampoco favoreciendo únicamente a grupos privilegiados o vinculados con los intereses personales de los gobernantes de turno. Panamá necesita ‘ejecuciones' completas, atinadas, con certeza de su fecha de cumpleaños y duraderas, para avanzar hacia posiciones que eleven nuestra productividad. Hace tiempo debimos armonizar el desarrollo político con el modelo económico a objeto de consolidar el crecimiento general de la sociedad, esa en que vivimos, esa en que nos desenvolvemos, esa que defendemos y que deseamos sentir en paz caminando por senderos de claro bienestar.

Para el éxito del tipo de ejecuciones que requiere nuestra Nación, es indispensable comenzar con una preparación previa, seria y multidisciplinaria. Nito ha dado este paso. También constituye otro indicador de que eres dueño de las condiciones necesarias para terminar a plenitud las ejecuciones estatales, el hecho de construir un entorno político visible de un equipo con conocimientos, capacidad y disposición. La actuación de Nito, desde que empezó a ‘caminar', acredita suficientemente que también cumple con este requisito. No es posible ejecutar felizmente en el Gobierno, cuando por garantizarle ganancias a un sector, la jerarquía oficial es utilizada para acallar justas reclamaciones. Nito se comprometió hace rato con el debido funcionamiento del concepto de ‘vida democrática', tanto en su propuesta electoral como en los cargos que ha desempeñado en el servicio público, por lo que, dirigiendo la nave del Estado, es lógico esperar que cada componente de la autoridad, ejerza sus funciones subordinándose a los intereses de quienes tienen efectivamente el poder, aunque sea bajo el sistema de representación. Haciendo las cosas así, se crean las condiciones exógenas necesarias para que las ejecuciones arriben a puerto seguro.

Estamos entonces frente a la coherencia en la acción de Gobierno para reemplazar el actual agarrotamiento económico, la inconsistencia y desgreño gubernamental; desechar la pesada obligación adoptando la voluntad optimista en la función pública; enterrar la complicación de la maraña burocrática sembrando la eficiencia; ponerle fin al peligro de orillarnos al avance del Estado fallido en Panamá para confiarnos al timonel oportuno que sepa cómo enfocar a su tripulación en la ardua tarea de conseguir el desarrollo integral y sostenible de una sociedad con intereses diversos y aspiraciones conculcadas por la última década signada de un cruel retroceso democrático, abusos y engaños políticos que influyeron negativamente en el terreno económico. Aquí radica la razón para tener mucho cuidado con colocar una constituyente como primera prioridad de un nuevo Gobierno, ya que lo verdaderamente urgente, dado el estado en que se encuentra nuestra sufrida patria, es contar con funcionarios ejecutores a cabalidad, que den su mejor esfuerzo, que resuelvan, que logren el suministro de medicamentos en la CSS, por ejemplo, sin conducir al país a traumas de ninguna naturaleza ni encantarnos con los cantos de sirena que nos lleven a las aguas turbulentas del naufragio. Se trata de que nos lidere un presidente que armonice, con inteligencia, con un equipo de profesionales y base científica, sus ejecuciones con las necesidades realmente apremiantes de la población. Es importante combatir el lavado de activos; pero crucial es también combatir el lavado de rostros.

ABOGADO

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