La República de las Islas Marshall ha creado su primer santuario marino para proteger dos ecosistemas vírgenes alrededor de los atolones Bikar y Bokak,...
- 19/03/2022 00:00
¿Quién le pone el cascabel al gato?
Traigo al tapete una situación ya de larga data que, aunque ocurre con relativa frecuencia, solo es motivo de escritos de “chats”, y de comentarios de “pasillos” y/o reuniones informales, y debo referirme a la limitación que se le impone a ciertas recetas médicas, para ser despachadas por las farmacias a través de los profesionales idóneos encargados de dichas funciones, enmarcadas por la Ley y/u otras disposiciones a aplicarse según la conocida escala de Kelzen.
Todos los doctores en medicina graduados en las reconocidas Facultades de Medicina locales como internacionales, luego de cumplir con lo que s establece legalmente y debidamente analizado y contratado por el Consejo Técnico de Salud adscrito al Ente Rector que es el Minsa, a través de abogados, se nos reconoce la idoneidad como Médicos Generales, y luego a los que decidimos y realizamos especialidades y subespecialidades también se nos otorgan idoneidades para ejercerlas y hoy día, con reconocimientos universitarios de maestrías.
No obstante todo lo aquí descrito, se ha dado y se sigue dando la práctica de rechazar recetas en las farmacias, tanto institucionales (Minsa/CSS) como privadas, so pretexto de que son hechas por facultativos de determinadas especialidades y/o subespecialidades, lo cual es una mala “interpretación”, que yo catalogaría de necia, caprichosa y hasta irrespetuosa para el facultativo médico, así como para el paciente que se ve perjudicado con esta mala práctica, que le crea ansiedad y hasta perjuicio en el debido tratamiento continuo de su patología, generalmente crónica, y sumando como una “camisa de fuerza” a la ya maltratada y limitada oferta de atención primaria “preventiva”, que induce negativamente al paciente, entonces, a caer en la atención del sistema “curativo” secundario o terciario, con los consiguientes perjuicios primeramente a la salud y seguridad de nuestros pacientes y aunado a esto, al encarecimiento de los costos que representan pacientes hospitalizados, que muchas veces llegan a estado de gravedad y/o al desenlace fatal o secuelas.
Entonces, nos preguntamos ¿dónde están las autoridades que tienen el deber de regular y/o corregir las situaciones según observe la Ley y de ser así, modificar la (s) Ley (es) que son necesarias, para disolver las “camisas de fuerza”, llámense Minsa (Dirección Nacional de Farmacias y Drogas), Colegio Médico, Colegio Nacional de Farmacéuticos, gremios médicos, y dejamos aquí plasmado por escrito una gran y real inquietud del nudo crítico y la interrogante por responder: “¿Quién le pone el cascabel al gato?”.
Quien escribe es médico pediatra, actualmente con 39 años de servicios.