• 27/05/2009 02:00

Recordando a un líder

Panamá ha gozado la fortuna de tener mandatarios de la talla de Manuel Amador Guerrero, Belisario Porras, Roberto Francisco Chiari y Arn...

Panamá ha gozado la fortuna de tener mandatarios de la talla de Manuel Amador Guerrero, Belisario Porras, Roberto Francisco Chiari y Arnulfo Arias Madrid, quienes la llevaron “toda entera dentro del corazón”.

Principiando la década de los cuarenta era un niño de corta edad, pero tuve el placer de sentir la presencia de un líder que conducía al país hacia la más completa emancipación.

Cuando los tranvías recorrían las calles metropolitanas, yo cursaba mis estudios primarios impecablemente uniformado: camisa y medias blancas, pantalón caqui y zapatos negros, igual a los demás escolares.

El Dr. Arias Madrid, presidente del momento, consideraba dicho atuendo como un ahorro para el pueblo. Pero, sus detractores lo tildaron de tendencia nociva para la formación académica de la juventud, y acusaron de nazista al dirigente del panameñismo.

Pese a mi poca experiencia capté la oculta mano de quienes manejaban el comercio nacional. No venderían zapatos de todo color, calcetines variados, vestimentas de moda, etc. Durísimo golpe para los bolsillos capitalistas.

Transcurrió el tiempo, y siendo adolescente supe de las acciones para derrocar al otra vez primer gobernante Arnulfo Arias M. La Policía Nacional realizó una asonada inolvidable, porque terminó en las puertas del Palacio de las Garzas, donde todo el mundo escuchó la vaticinadora palabra: “Volveremos”. La misma aún resuena en los oídos de mis coetáneos.

Arnulfo fue despojado de sus derechos civiles en audiencia celebrada en la antigua sede de la Corte Suprema de Justicia. El acusado pasó el insólito juicio leyendo el libro Kon-Tiki , desdeñaba los propósitos del hombre.

En 1964 el Dr. Arias Madrid volvió a pretender la faja presidencial, pero perdió la contienda ante Marco A. Robles, quien fue favorecido por los castrenses alojados frente al gimnasio Neco de la Guardia.

En esa época residía en El Granillo, donde presencié el robo a mano armada de urnas repletas de votos arnulfistas. Predominaban el rifle y la bayoneta. Llegó 1968 con otro triunfo contundente del “Fufo”, quien solo permaneció 11 días al mando del Estado. Historia extremadamente divulgada.

En 1978, cuando el doctor Arias Madrid intentaba de nuevo alcanzar la victoria, conocí personalmente al motivo de esta nota.

Viajé a la finca cafetera Arco Iris del doctor acompañando como fotógrafo a mi jefe de redacción Juan Carlos Duque M., quien efectuaría una entrevista para La Estrella de Panamá.

Tuve el privilegio de cenar en mesa servida por su esposa Mireya Moscoso, platicando de varios aspectos. Después de la conversación y las fotos razón de la visita, el doctor y yo tuvimos una charla en el jardín, donde el tema fueron los perros. El dueño de la casa adoraba los canes, y hablamos cual viejos conocidos gracias al mejor amigo del hombre.

Después de esto, cuando el sempiterno nacionalista encabezaba sus caravanas por las avenidas citadinas, siempre tuvo la deferencia de saludarme desde el automóvil donde circulaba vitoreado por la multitud.

No fue favorecido en esta ocasión, debido a la intervención de los huéspedes del Cuartel Central de El Chorrillo, quienes manosearon el “sagrado sufragio”, y maquiavélicamente proclamaron a un candidato perdedor.

Pero, irremisiblemente los partidarios de Lucifer arderán en el infierno. Está escrito.

-El autor es fotógrafo.periodistas@laestrella.com.pa

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