• 11/11/2009 01:00

“Llegó Matea”

El 9 de Noviembre de 1903, es la fecha de adhesión del Distrito de Santiago a la Gesta Separatista del 3 de ese mismo mes, y en conversa...

El 9 de Noviembre de 1903, es la fecha de adhesión del Distrito de Santiago a la Gesta Separatista del 3 de ese mismo mes, y en conversaciones con los protagonistas de la historia de la patria chica escuché una frase que es motivo del presente escrito: “Llegó Matea”.

Esta expresión, que forma parte de la historia, se repite para estas mismas fechas y su uso, corriente o común, se traslada a otros eventos que poco nos recuerdan el momento histórico.

En verdad, y según la historia oral, cuando el Dr. Manuel Amador Guerrero, al mando de las directrices del movimiento separatista, responsabilizó a don Ramón Valdés López de la muy reservada misión de dirigirse al interior del Departamento de Colombia a mediados de octubre del año 1903, se procedió así, con el fin de entusiasmar a los habitantes a abrazar el espíritu libertario a favor de la independencia.

De las acciones y referencias del momento histórico de tanta trascendencia para la Patria naciente, el Dr. Amador Guerrero advirtió al señor Ramón Valdés que cuando él recibiera un telegrama que expresara cualquier cosa significaba que la decisión por la causa nacional había sido efectuada con éxitos. Y esa incógnita se destapó para surcar los aires de libertad, el 3 de Noviembre a las 10 de la noche, cuando el señor Valdés recibía el mensaje ya aludido el cual decía: “ Valdés López, Aguadulce. Llegó Matea. Fdo. M. Amador Guerrero ”.

La reacción no se hizo esperar. Se comenta que la ciudad de Aguadulce estremeció de alegría y “ vivas ” por doquier se escuchaba, como un acto de fe y reafirmación de la República de Panamá, que surgía dentro del concierto de las naciones libres de América.

Pero la realidad en Veraguas era otra. Las fuerzas armadas del Partido Conservador en el poder, en la postrimería del año 1903, mantenían un significativo Destacamento en Santiago de Veraguas, lo que significaba que la “ muy noble ciudad de Santiago “, como apuntaba el historiador Alberto Osorio, ocupara un lugar relevante en la administración Departamental.

Ya a todas luces, esta situación desfavorable a la causa secesionista, significaba un escollo y frenaba el mínimo intento libertario por romper los lazos que unía el país a la Gran Colombia. La ciudad de Santiago era sede del 5° Batallón de Cali, bajo el mando del capitán Jorge Berbey, puntal del gobierno conservador y dispuesto a silenciar las voces disidentes de los veragüenses.

Luego de un panorama confuso y ya confirmados los hechos del día 3 de Noviembre, el pueblo se organiza y unos 300 hombres se dirigen al cuartel, hoy Palacio Municipal, según versiones de don Pablo Alvarado, enarbolando una bandera blanca, a fin de pedirle al prefecto Aníbal García y al jefe del Batallón, el cese de hostilidades. Afortunadamente no se registraron hechos lamentables.

El gobernador ordenó el retiro de la tropa y le expresó al jefe del Cuartel que suspendiera todo acto contra el pueblo. Y no resulta menos interesante el documento histórico de fecha 13 de noviembre de 1903, que lleva la firma de los miembros del Batallón de Cali, quienes ante el capitán Jorge Berbey, jefe de la Sección de Policía estacionado en esta ciudad, prestaron el siguiente juramento: “ Juro a Dios y prometo á la Patria guardar fidelidad á la República de Panamá, á la cual ofrezco mis servicios tanto como empleado como particular, si fuere necesario ” (Es fiel copia del original).

*Ex legislador de la República.chente-3406@hotmail.com

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