• 02/01/2012 01:00

Síndrome del ‘carrito loco’

D Casi todos recuerdan que en las ferias o parques de diversiones, uno de los juegos predilectos de niños y jóvenes es ir a donde están ...

D Casi todos recuerdan que en las ferias o parques de diversiones, uno de los juegos predilectos de niños y jóvenes es ir a donde están los denominados ‘carritos locos o carritos chocones’, donde lo divertido es no conducir bien en estos vehículos eléctricos sino que por el contrario, la idea es estar chocándose contra otros de una manera reiterada o constante.

El Gobierno del Presidente de la República, Ricardo Martinelli ha adoptado en sus dos años de gestión, un tipo de manejo político o conducta frente a la sociedad panameña, que podríamos denominar que en la práctica se comporta como si padeciera el ‘síndrome del carrito loco’.

Lo anterior simplemente lo afirmamos, basados en los hechos y en la conducta del Gobierno ante distintos temas, llámense económicos, laborales políticos, deportivos, administrativos o judiciales. Y antes de continuar debemos precisar, que esta conducta o modo de proceder fue avalada en su momento por la cúpula del Partido Panameñista, con muy contadas excepciones cuando estuvo de paños y manteles con la dirigencia de Cambio Democrático.

Se trata como decía parafraseando al Dr. Carlos Iván Zúñiga, que entienden la palabra tranquilidad como derivado de tranca, ese objeto generalmente de madera o cañaza que se usa en los potreros o corrales en nuestro interior para cerrar el paso de animales de una parte a otra o para tenerlos encerrados.

Cada acción del Gobierno se produce vía imponer sin discusión ni debate la mayoría que tiene en los distintos Órganos del Estado y de lanzar simultáneamente una campaña tras bastidores de desprestigio o descalificación contra el que adverse la propuesta o medida. Así hemos visto aprobar leyes inconsultas y luego verse obligado a anularlas o revocarlas cuando se producen protestas o manifestaciones con saldos de heridos e inclusive muertos.

Cualquiera diría que si le ocurriera en una ocasión solamente, ello serviría de ejemplo o precedente aleccionador para variar la metodología, sin embargo insisten una y otra vez en confrontar con distintos sectores de la sociedad e ir al choque de todos modos, dejando el dialogo y el debate relegado a un segundo plano y aducir como siempre que solo el Gobierno tiene la razón no importa el tema que sea. Lo anterior ha llevado a un Gobierno electo con una abrumadora mayoría de votos en El 2009 a ir perdiendo de manera vertiginosa el capital político dado por la sociedad, al observar que la prepotencia, el abuso de la autoridad, la prepotencia y el permanente ataque a toda critica o disenso del grupo o sector que se atreva a cuestionar sus accione so decisiones, no importa lo absurdo o aberrante de las mismas.

Un Gobierno con ese tipo de conducta como guía, va pasar un año 2012 en un permanente desgaste y confrontación, lo que avisora, no importa el dinero de todos los panameños que se gasten en publicidad o en campañas sucias, llegar muy menguado a la culminación de su periodo en el 2014. Si en vez de imponer, reprimir y confrontar, privilegiaran el dialogo, el debate de ideas genuino y no la descalificación, pudiera cambiar el clima de intolerancia que hoy se percibe por un grupo que se jacta de un crecimiento económico que no le llega a la mayoría de los panameños y que se queda en unas cuantas cuentas cifradas y bienes de una minoría que cada a día aumenta sus fortunas y bienes en su poder.

Todo parece indicar que en esa insensatez de chocar por chocar una y otra vez sin rectificar o hacerlo cuando ya es tarde, el Gobierno actual parece ser victima del síndrome que ellos han creado lo cual puede traer profundas convulsiones sociales en un país donde la inseguridad y el alto precio de la canasta básica junto a una inflación galopante, no favorecen a la población de escasos recursos y a la casi extinguida clase media.

ABOGADO Y PROFESOR UNIVERSITARIO

Lo Nuevo
Suscribirte a las notificaciones