• 17/05/2025 00:00

Los tarifazos de Trump y el futuro del mercado de medicamentos (I)

La iniciativa tarifaria del presidente Donald Trump ha causado una conmoción en el comercio mundial. ¿Cuál será el impacto de este plan sobre el costo y abastecimiento de los medicamentos en el mundo y en nuestro país?

Un tema secundario al aumento de tarifas de parte de EE.UU. ha surgido como urgente e importante en las revistas especializadas que abordan temas de la industria farmacéutica. Se trata de la pregunta: ¿Cómo afectarán estas medidas al mercado de los medicamentos?

Con su acción, el 2 de abril de 2025, el presidente Trump busca reducir la dependencia de productos extranjeros, ejemplo antibióticos, fortalecer la industria y la economía local.

Para el mercado interno estadounidense se prevé un aumento en los costos de producción, retrasos en la innovación, obstáculos en la cadena de suministros, un potencial desabastecimiento de productos terminados y la necesidad de reajustes contractuales con un aumento de los costos para los usuarios.

En una primera instancia, quedó la impresión de que la industria farmacéutica hubiese sido eximida de esta política arancelaria, sin embargo, el presidente negó esa posibilidad. Lo anterior quedó evidenciado con una orden presidencial redactada dentro de un batiburrillo de objetivos en la política sanitaria, que busca reducir, a lo interno de EE.UU., el precio de los medicamentos de uso oral; facilitar y ampliar con Canadá las importaciones de medicamentos procedentes de ese país; mejorar el programa de seguro médico del Gobierno (Medicare), incluyendo que este sistema obtenga una mejor relación precio/calidad al comprar medicamentos; reevaluar la necesidad del intermediario en la compra de medicamentos y reclasificarlos a fin de aumentar la lista de aquellos que puedan ser adquiridos sin la necesidad de presentar una receta; disminuir la capacidad de acción de los fabricantes de medicamentos y que la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) agilice las aprobaciones de medicamentos genéricos y biosimilares, o versiones similares de medicamentos biológicos complejos.

Un mes después, el presidente Trump emitió la orden que busca promover la producción nacional de medicamentos a través de la agilización en las aprobaciones necesarias, ambiente, medicamentos u otras que faciliten la construcción e instalación de fábricas de medicamentos, de ingredientes y materias claves; además, incentivar a las empresas farmacéuticas para que transfieran sus operaciones al territorio de EE.UU.

En la actualidad, para abastecer de medicamentos a EE.UU. las empresas farmacéuticas se apoyan en una red mundial de centros de fabricación, contando con China e India como los principales proveedores de materia prima; la India, abastece a EE.UU. con cerca del 50 % de los medicamentos genéricos que se consumen en el país. No será nada fácil ni rápido conseguir nuevas fuentes de este tipo de fármacos.

En este periodo del presidente Trump, realizaron en EE.UU. una investigación denominada 232, sobre productos farmacéuticos y otros sectores, a fin de cobrar aranceles en virtud de la Ley de Expansión del Comercio, como ya se ha hecho con otros productos, todo orientado a la autosuficiencia nacional, de todo lo que el país necesita; las empresas que no se adhieran tendrán que pagar un impuesto elevado.

Estas tensiones han complicado las perspectivas en la cadena de suministro global de medicamentos, dispositivos médicos, ingredientes farmacéuticos activos y tecnologías para el diagnóstico.

En Europa, la Comisión Europea junto con los directivos de las empresas farmacéuticas buscan tratar de predecir qué ocurrirá, ya que las medidas anunciadas encarecerán los costos de producción de los medicamentos, especialmente los biotecnológicos, lo que perjudicará el acceso a servicios de atención a los pacientes.

América Latina no aparece dentro de los grandes exportadores de medicamentos, pero se espera que el impacto de esta acción en el mundo será secundario a la pérdida de valor del dólar, costos elevados, menor consumo, menor producción, desabastecimiento y mayor desempleo. Si bien es cierto que lo presentado refleja el panorama existente y previsto en EE.UU., la situación permite prever que el efecto “tsunami” deberá llegarnos tan pronto se implemente el plan de tarifas señalado.

Esta es una situación que amerita una planificación y que no debe ser procrastinada: ¿Qué medidas se podrán adoptar para minimizar sus efectos?

El mercado espera con desconfianza. Continuará.

*El autor es médico especialista, investigador asociado al Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud
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