Malo, bueno y feo de la Fitch Ratings

Tan grande es la miseria humana que anida en el alma de algunos malos panameños, que el balance hecho recientemente por la calificadora Fitch Rating, ha servido para llenarles el corazón de un gozo inaceptable.

Poco les ha importado el daño que pudiera infringirle esa nota, a la economía de toda la nación. Para ellos, es más importante, contar con lo que llaman un argumento adicional, con el cual criticar la gestión del Gobierno Nacional. Así de pequeños son, así de miserables han sido.

En su absurdo delirio, han olvidado que en otros países por ese triste camino, poderosas empresas han terminado en quiebra con la pérdida de miles de empleos y más de 4 millonarios han pasado a ser pobres de solemnidad.

La cosa no termina allí. Estos conspicuos opositores, intencionalmente han citado solo una cara de la moneda, han contado solamente una parte de la historia dejando por fuera las recomendaciones que la propia Fitch Rating formula al Gobierno Nacional.

¿Será porque de ser estas aceptadas, miles y miles de seres humanos pegarán el grito al Cielo, e inclusive hasta ellos mismos hablarán pestes de la calificadora, cuya nota hoy alegremente esgrimen?

Veamos solo 10 de esas duras medidas, que Fitch Ratings respalda con firmeza:

No hay que ser un experto economista, para entender rápidamente que si Panamá aplica al menos la mitad de las recomendaciones de la Fitch Ratings, la explosión social que viviremos sería catastrófica.

Y, la pregunta es, semejante pérdida de la Paz Social de la que hemos disfrutado los últimos años - ¿a quién le conviene?

Panamá lo que necesita es fortalecer su economía diversa y dinámica. El país, poco a poco, irá reduciendo su situación fiscal tan golpeada por varios factores, incluida una pandemia que algunos quieren olvidar, pero que fue endiabladamente dañina.

Saldremos adelante. En pacífica convivencia, y a pesar de las aves agoreras, que solo saben presagiar tragedias y desdichas. Lo haremos con coherencia, con disciplina y con absoluta fe en nuestro futuro. Ya lo verán.