• 04/04/2012 02:00

¡Vaya manera de hacer política!

La situación del PRD es vergonzosa, lamentable, triste y caótica. La percepción que tengo en el momento, es que, el colectivo está divid...

La situación del PRD es vergonzosa, lamentable, triste y caótica. La percepción que tengo en el momento, es que, el colectivo está dividido entre: la base, que es el alma, vida y corazón del partido; la dirigencia, compuesta por unas cuantas personas, donde se evidencian posturas controversiales y, los que verdaderamente siguen el ideario torrijista distanciados de actitudes nada edificantes.

El tiempo que pierden en hacerse campaña chocante entre ellos, es uno muy difícil de recuperar. Igual como sucedió en la campaña anterior. Las heridas aún sangran... y a borbotones. Qué desperdicio. Gente con tan buena trayectoria política y capaz de hacer un buen gobierno y allí los ves, hiriéndose unos contra otros. Así como están las cosas hoy día, yo no confiaría en ninguno. Estaría yo cubriendo mis espaldas. Debieran aprovechar la Semana Santa y todos hacerse un mea culpa y pedirle perdón al Señor. Con esta actitud nada elegante se le hace daño a un pueblo noble y bondadoso, que cada cinco años va a las urnas con la esperanza de que la persona elegida va a trabajar por el bien de este país.

Pero, no solo es el PRD, también te encuentras con el mismo comportamiento en el colectivo Panameñista. No han aprendido la lección. Las heridas siguen abiertas y la pus supurando. Señores, se acabó la alianza. A caminar y hacerse sentir y punto. Dentro de las filas de este colectivo conozco gente buena y capaz de hacer un buen gobierno, pero se dejan llevar por sus emociones negativas y estrechez de discernimiento político.

Oigo voces que hablan de alianza, que no está mal si se cultivara la lealtad y tolerancia. Panamá no está preparada para una alianza entre partidos. Nuestra cultura política no lo permite, porque nos ejercitamos en la cultura mental negativa entre políticos. Dos cabezas, dos líderes no piensan igual y no gobiernan igual. Habrá siempre diferencias.

Hay tiempos políticos en los que tu partido es arrasado. Sepultado bajo toneladas de votos adversarios. Tiempos en los que no se ve el horizonte. En lo que nada parece cambiar. En los que todo parece imposible. Allí están ellos, riéndose de ti. Dominan el escenario político. Hay dinero, hay poder. Son los inamovibles. Y tú, en plena desesperación. Dejándote vencer por el miedo. Peleándote con todo el mundo, hasta con tus copartidarios. Pues déjame decirte que nada es para siempre. Tarde o temprano todo cambia, y tú, debes resistir y lograr que tu fuerza política —que la tienes— resista. Debes aguantar, a pesar de la derrota. No abandones. Aprende de los errores. Edúcate en la ideología de tu partido. Sal de tu cautiverio. Sobrevive. Multiplica tus contactos. No importa si tu partido es grande o pequeño en membresía. La unidad debe prevalecer sin condiciones.

Guste o no guste, el partido gobernante lo consiguió. Así como ellos pudieron, tú también puedes. La perseverancia e insistencia, y ese deseo por la Presidencia se cristalizó. Y allí los ves tú, bien o mal, gobernando. Entonces me pregunto: ¿como es posible que partidos grandes como el PRD y el Panameñismo y otros no tan grandes como el Partido Popular y el Molirena no pueden llegar a la cima? Deja a un lado la soberbia y vanidad y, otros tiempos y momentos tendrás a tu favor.

En toda actividad política se deben distinguir cuatro principios éticos: libertad, subsidiaridad, bien común y solidaridad. Pero, si observamos el comportamiento político en nuestro Panamá actual, salta a la vista la gran disonancia entre ética y política, porque se aceptan valores contradictorios a la honestidad, y se vive en un estado de incoherencia, que no es compatible con la estabilidad política de tu país.

Estamos diseñados para el fracaso o para el triunfo. Se te dan las reglas de juego a seguir. Todo depende de ti. Todo depende de cómo aprovechas la inteligencia que tienes. Puedes tener un gran caudal de inteligencia, pero no la utilizas como debe ser. Entonces, ¿para qué te sirve? Depende de tu madurez mental y sentido común. Hay gente que no quiere pensar, que no quiere ver la realidad de un estrepitoso fracaso político y este es el grandísimo problema que arrastra aquel que no quiera cambiar la dirección actual donde se utiliza la fuerza y no la razón, donde se utiliza la imposición y no el diálogo.

Tomar decisiones empujando a la gente hasta hundirla, para abrirse paso como si los demás fueran un estorbo, es clásico de un comportamiento sombrío y tenebroso. No hay que dejarse seducir por este tipo de actitudes, porque se cae en la trampa, en las mentiras, en las falsas promesas y en el futuro sin mañana.

Otras veces sucede que deseas algo vehemente, sueñas con ese algo. Hay obstáculos en el camino para llegar a donde quieres y qué bueno, porque te hace crecer como persona y, ¿por qué no he de pensar que entre los tantos aspirantes a la Presidencia de mi país los hay con buenas intenciones de hacer las cosas de manera correcta? Pero, también los hay que quedan a merced de los antojos del poder y de los poderosos. A estos hay que saberlos detectar desde un comienzo. De mi parte, a mí sí que no me engañan.

ESPECIALISTA DE LA CONDUCTA HUMANA.

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