La Policía Nacional aprehendió al alcalde electo de Pocrí por presunto peculado, tras una investigación relacionada con proyectos no ejecutados del Conades...
- 16/09/2014 02:01
Me rindo
Cuando Martín Torrijos llegó al poder, me alegré. El hijo del general, el torrijismo volvería a florecer, sus intenciones de campaña, ‘0 corrupción’, predecían un Gobierno diferente. Al final, no había resurgido el torrijismo, nunca pudo llegar a ‘0 corrupción’ y realmente fue un Gobierno más como los anteriores.
Cuando ganó Ricardo Martinelli, una vez más, aunque apoyé a Balbina Herrera, que creo hubiese hecho un extraordinario gobierno, me alegré. Un empresario de éxito, con buena fama de responsabilidad social, millonario, que en campaña anunciaba que iría contra todos esos que ‘entraban limpios y salían millonarios’. Al final, todas las denuncias quedaron contra un ingeniero municipal exonerado, dos ministros de Educación por los casos de la fibra de vidrio y para de contar. A su salida, nunca hubo más presunción de corrupción y certeza de danza de millones en el PAN, Asamblea Nacional y juntas comunales.
Ahora, nuevamente con optimismo recibí el triunfo de Juan Carlos Varela. Un ingeniero con alto sentido de la solidaridad social, genuino en sus expresiones sobre la problemática social del país, basando su campaña en temas específicos de bajar la canasta básica, ‘100 % agua a todos’, ‘0 letrinas’, renovación urbana en Colón y, parecía, certeza del castigo a los corruptos.
Dos meses después, creo que no soy el único que empieza a dudar. De pronto lo que se ha ido destapando de los malos manejos del Gobierno anterior toca por igual a los del CD, PRD y panameñistas. Los montos cambian, unos diputados recibieron más que otros, pero TODOS recibieron. Entonces, ¿de qué hablamos?
A mí me fascina cuando el panameño descalifica a todo aquel que ‘tenga un pasado’. Cuántas veces me han dicho que no puedo opinar ‘porque yo apoyé a los militares’, hace 25 años. Pero ¿entonces estos diputados que recibieron dineros hasta mayo de este año? ¿Ellos ahora investigarán al resto del país? Yo me reía cuando cuestionaban a la contralora general de la República, solo debieron interrogarla los diputados nuevos, Ana Matilde Gómez, Zulay Rodríguez y otros; pero, ¿Baby Valderrama?, ¿Popi Varela? Si los panameñistas se hubiesen quedado en el Gobierno, al final todos hubiesen recibido más de ocho millones por cabeza del PAN.
Ahora, sigo con mis dudas, hay que elegir un contralor y un procurador. La sociedad civil propone a un contralor independiente, serio, profesional. Mi predicción, no se vista que no va. Esos ‘honorables’ en ambos bandos tienen otra idea en mente, mejor para ellos. El PRD quiere un PRD, los panameñistas uno afín a Varela y, para sorpresa en un país que nada me sorprende, Martinelli describe al contralor ideal, solo que olvida que cuando le tocó sugerirle uno a su bancada hace cinco años el perfil ideal era ‘su’ contralora de los supermercados, la hoy famosa Gioconda de Bianchini.
Entonces, ¿qué podremos esperar del nuevo procurador? Nuevamente veremos un profesional afín al presidente en ese cargo. Lo que me gusta es que los medios hablan de que ‘la gobernabilidad peligra por estas designaciones’. No amigos periodistas, no peligra la gobernabilidad, la base del presidente se debilita, si no logra las designaciones, porque los independientes y la sociedad civil le perderán confianza.
Yo he concluido que el presidente cree que si el pueblo lo ve cerca de Dios y la Iglesia creerán en él. Ese modelo ya fracasó con el alcalde pasado, Bosco Vallarino, que nunca se alejó del Divino Niño y al recibir sus credenciales se las presentó a Don Bosco, asumo le llevó al final también su destitución.
Mi querido presidente Varela, su pueblo espera resultados. No es recibir ‘120 a los 65’, no es una mayor beca escolar, no es un subsidio de autobús, no es más promesas. Son acciones concretas con el costo de vida, concretas en seguridad, concretas en el servicio de transporte, concretas en reparación de calles, concretas en las denuncias de corrupción. Es, después de las obras de Martinelli, no más obras, sino mejorar realmente la calidad de vida del panameño. No logramos nada visitando al papa ni visitando reyes en Europa, los problemas están aquí.
El pueblo no vive mejor por las buenas intenciones, mejora su vida con acciones reales y directas. No podemos seguir designando parientes de ministros, designando notarios que no cumplen con los años de idoneidad y otros con record policivo, según dicen unos medios.
No podemos seguir con transparencia en unos temas y oscuridad en otros. Con doble discurso en el caso de Finmeccanica, dizque revisando para devolver los radares y pagándoles las cuentas presentadas. Al final, sus buenas intenciones se estrellarán con la incapacidad de algunos designados. Al final diremos como ya antes lo oí, ‘esto no lo compone nadie’.