• 14/10/2009 02:00

Lo mejor del boxeo

Para referirme a Lo mejor del boxeo de Juan Carlos Tapia, haré unas reflexiones sobre hechos que nos mantienen sobresaltados.

Para referirme a Lo mejor del boxeo de Juan Carlos Tapia, haré unas reflexiones sobre hechos que nos mantienen sobresaltados.

Reprocho al oficial de la Policía Nacional que hace unas semanas asestó un bofetón a un despachador de combustible, porque le dio con la mano y no con el tolete. Debió quitarse el uniforme y no presentarse al lugar en un patrulla. Mayor, si usted tuvo la razón, no debió usar la mano, reviéntele el cráneo con un hierro.

Ante un comunicador social como Tapia hay que tener una reverencia especial, por los alcances de sus comentarios y lo penetrante en la opinión pública. Lo Mejor del Boxeo va más allá de las expectativas, porque, además de ofrecer un espacio ameno, es un dardo que denuncia nuestros malestares sociales y políticos.

Soy amigo de Rose Marie Tapia, admirable escritora, y de Solveig Tapia, ejecutiva de bienes raíces que no escatima esfuerzos en trabajar, pero si un maleante las viola o injuria, lamento decirle que si usted no va y demuestra lo que es “ lo mejor del boxeo ”, entonces tendré que ir yo y con viga de hierro romperle la cabeza para que de esa cavidad craneana salga la podredumbre delictiva.

Los hechos que a diario nos presentan los medios son preocupantes, por lo tanto, si ofenden el honor de una dama, un viejo libidinoso abusa de una menor o un maleante le pega un tiro a un ser querido no podemos esperar que el corregidor(a) nos declame la tradicional poesía legal de que el delincuente necesita “ una terapia especial ”.

La mejor “ terapia ” es un garrote y así le daremos a los miembros de las organizaciones de “ derechos humanos ” o representantes de la justicia la oportunidad de balbucear las tradicionales frases “ debido proceso ” y “ presunción de inocencia ” expresiones de las cuales estamos fastidiados.

Quién sabe qué hizo el “ ingenuo ” despachador de combustible para que el mayor de la Policía, a quien no conozco, se enconara de tal manera que no tuvo la oportunidad de quitarse el uniforme para ir a defender la honra de la persona amada. Si fue un exabrupto de su parte se amerita la sanción disciplinaria.

Otra cosa. Soy amigo de Edgardo “ Chito ” Montenegro. Sé lo combativo que es y la ocasión me dio por pensar ¿cómo sería una mancuerna con Tapia? Dos abanderados de una revolución social que activarían el clamor justiciero de las masas irredentas. Si dos combatientes sociales como Tapia y “ Chito ” se fusionan en un programa de TV los políticos, acostumbrados a burlarse del pueblo, tendrían que ir de rodillas a pedir perdón.

Algo está pasando. Hay varias tuercas flojas en las carretas de la justicia que permiten que la impunidad reine. Hechos alarmantes nos sacuden. Niñas violadas, damas ultrajadas, inocentes asesinados y otras asquerosidades que no son castigadas, porque “ no se dio el debido proceso ”. La misma poesía de siempre y los maleantes continúan pavoneándose impunes por esta patria de “ ardientes fulgores de gloria ”. Pero ahora que recomiendo hacer justicia rompiendo cabezas, porque hastía el palabrerío de los encargados de impartirla, aparecerán los eternos habladores de sandeces afirmando que es “ apología del delito ”. Bueno, les advierto, el día que estalle el polvorín de disgustos acumulados, corran a esconderse, porque “ no quedará piedra sobre piedra ”.

*Periodista.emisinclair@hotmail.com

Lo Nuevo
comments powered by Disqus