BiblioMetro: una oportunidad para ser mejores

Dentro del Club de Leones de Balboa, organización sin fines de lucro vigente, constituida en la antigua Zona del Canal en 1952, surge la idea de crear una plataforma de intercambio ciudadano de libros, tal como existe en otras ciudades del mundo. Con la idea en mente, estudiamos varios modelos y diseños conceptuales, decantándonos por la colocación de libreros autoadministrables. Quedaba pendiente el lugar donde serían colocados.

Queríamos colocarlos en lugares de alto tránsito peatonal, que ofrecieran condiciones de seguridad, tanto para los usuarios, como para los libros en sí, de modo que tendrían que ser puestos bajo techo y en sitios iluminados. Por lo tanto, decidimos llevar el proyecto al Metro de Panamá, que lo acogió con beneplácito y nos invitó a sumar a los hermanos del Club Activo 20-30, quienes lo respaldaron con entusiasmo.

Así, el 31 de marzo de 2016 firmamos el Convenio de Colaboración con el Metro de Panamá y el 6 de abril inauguramos la primera BiblioMetro Leones-20-30 en la Estación Fernández de Córdoba, con el apoyo de autores nacionales, la Cámara Panameña del Libro y la Real Academia de la Lengua, Capítulo de Panamá. El proyecto apuntala el concepto de la Metro Cultura que impulsa el Metro de Panamá y la intención es replicarlo en otros lugares, como terminales de transporte de pasajeros, universidades y similares.

El concepto del librero autoadministrable es sencillo, cualquier persona puede llevarse un libro para leerlo y devolverlo cuando lo haya leído, para que otras personas también se beneficien, y cualquiera puede donar sus libros ya leídos, poniéndolos directamente en el librero, sin necesidad de trámite ni asistencia alguna. Se basa en tres principios básicos a poner en práctica: 1. Solidaridad, al compartir conocimiento e información entre ciudadanos que no se conocen, pero que interactúan entre sí; 2. Honestidad, al llevarse el libro para leerlo y devolverlo al librero o traer libros adicionales; 3. Confianza, que se va a generar entre nosotros, al ser capaces de poner en práctica los dos principios anteriores.

A más seis semanas de haberse inaugurado el proyecto, la acogida de la sociedad ha sido palpable, no solo porque los usuarios del Metro se están llevando libros, sino porque se han multiplicado las donaciones y también las devoluciones. El esfuerzo de mantener los libreros ha sido arduo, pero somos conscientes de que al principio el proyecto demanda todo nuestro apoyo para sostenerlo y visualizamos que a la larga se irá construyendo conciencia ciudadana para que sea autosostenible.

Como se aprecia, el proyecto va más allá del intercambio cultural y del conocimiento y se inserta en nuestra sociedad como una oportunidad de mejorar cada día con el esfuerzo de todos. El hecho de que no se necesite personal para gestionar esta biblioteca popular, nos va a demostrar que estamos preparados para desafíos mayores que demanden de nosotros grandes dosis de solidaridad, honestidad y confianza.

*MIEMBRO DEL CLUB DE LEONES DE BALBOA.