• 16/01/2014 01:00

Dengue... desde mi punto de vista

El título de este artículo, que en parte me recuerda un título de una canción interpretada por la Lupe, solo pretende aportar a nuestros...

El título de este artículo, que en parte me recuerda un título de una canción interpretada por la Lupe, solo pretende aportar a nuestros ciudadanos una modesta educación adicional a la que diferentes medios de comunicación han transmitido a la comunidad.

Estamos frente a una situación de extremo cuidado.

Las personas fallecidas, que ha abarcado desde la niñez hasta la adultez, nos lo confirman. Todos de barrios pobres.

No hay vacuna ni tratamiento específico para el Dengue. Salvo tratamientos sintomáticos y los indicados en sus complicaciones.

Queda lo ya conocido... la prevención.

Creo que los medios han sido bastante claros en las medidas tan sencillas que debemos realizar para que su vector el Aedes aegypti o Aedes albopictus no se propague.

El Ministerio de Salud ha estado haciendo su trabajo, pero nuestra comunidad no lo ha escuchado con la debida atención, lo que hace más difícil la prevención.

Creo que ha faltado la colaboración de las autoridades municipales de cada corregimiento. Una, en reforzar ese mensaje y, otra, en una temerosa ejecución de multas a quienes incumplen las normas sanitarias, menos ahora en tiempos electoreros.

Un elemento singular es la ausencia en nuestros hogares de la enseñanza de normas de higiene, al igual que en nuestras escuelas. Un ejemplo vale más que muchas palabras. Muchos padres dan el mal ejemplo, sin saber que sus hijos pueden ser víctimas del Dengue.

Hoy, en un recorrido por la barriada donde resido y cercano a lugares de expendio de licor, encontré varias botellas vacías de cerveza, de agua y otros recipientes en los bordes de las aceras. En una avenida importante del corregimiento de Betania. He ahí el impacto educativo. Y muy cerca de mi casa, otra no habitada y semidestruida. Hay aguas estancadas. Esperaba ilusamente la llegada de una retroexcavadora; nueva herramienta en el ‘combate’. El domingo 12 de enero fumigaron. Ese día nos visitaba un candidato a legislador. ¿?

Creo que debe insistirse en un llamado de atención gubernamental a nivel de ejecutivo superior. Me hubiese gustado escuchar al presidente, al ministro de Salud y a las autoridades municipales enviando en conjunto un mensaje de exhortación a la prevención y a la sanción severa del incumplimiento de a las medidas sugeridas.

Los mandos medios de las instituciones de salud juegan un rol importante, pero, frente a un presidencialismo fuerte, deben salir otras figuras a enviar el mensaje.

No he oído nada sobre el uso de repelentes que disminuyen el riesgo de la picadura. Reafirmó: disminuyen el riesgo. Cómo extraño los mosquiteros.

Organismos como el CDC (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de USA), que nos ha auxiliado en varias catástrofes sanitarias, tienen una página electrónica que debemos consultar. Basada en la evidencia científica. Muy educativa. http://www.cdc.gov/spanish/

Otra situación que he observado es la relación que se ha hecho de Dengue-Basura.

Basura trae otras enfermedades. El dengue tiene sus propias particularidades.

Claro que debemos recoger la basura. Clasificarla y ser más limpios.

Mientras vienen los mosquitos transgénicos, la vacuna u otra medicina que cure el Dengue, aportemos como ciudadanos nuestra colaboración en la prevención.

Nuestras iglesias y toda tribuna posible deben ser el escenario para reforzar la educación preventiva de esta enfermedad y otras.

No olvidemos que enfermedades transmitidas por mosquitos hicieron colapsar los primeros intentos de la construcción del Canal. Hoy, en la ampliación son otros ‘mosquitos’. Hoy, muchas de ellas, de carácter infeccioso, llegaron para no irse. Enfermedades globalizadas.

Termino aquí indicando que al autor le ha dado Dengue dos veces.

MÉDICO INTERNISTA.

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