• 04/08/2009 02:00

Omar en la soledad

Como estaba previsto, los actos dedicados a la memoria del general Torrijos fueron simples, sencillos y sin asistencia. Que sepa, no leí...

Como estaba previsto, los actos dedicados a la memoria del general Torrijos fueron simples, sencillos y sin asistencia. Que sepa, no leí ninguno de los fogosos comunicados de nuestro Partido convocando a su membresía. Cada quien hizo lo que pudo. Es natural. Una muestra más de la crisis de dirección e identidad.

Como reza una vieja consigna estudiantil, “él sigue y seguirá en el corazón de su pueblo”. El Torrijismo actual ha devenido, más que una referencia doctrinal o ideológica, en una referencia moral. Igual acontece con todos los proyectos de civilización que todavía se agitan en nuestro mundo de economías de mercado.

Los temas a debatir son únicos y sus soluciones, aunque tomen caminos extraños y contradictorios, son, al final de la ruta, iguales. Me atrevo a repetir una reflexión que me enviará mi amigo Ruperto Miller sobre el tema. Él señala que, “la fortaleza de las ideologías ya no se encuentra tanto en sus principios doctrinales, sino en el poder de la ética, la moral y la honradez de quienes la practican... Ya no se pregunta a nadie por sus principios ideológicos, sino por su honradez y moral.. De ahora en adelante en el mundo las ideologías no van a ser lo más importante. Los hombres públicos se dividirán entre pillos y honrados”. Y tiene buena parte de razón.

Omar tenía muy en cuenta esa reflexión que ahora me envía Miller. Cuando nos excedíamos en esas críticas morales, Omar, nos decía que los “puros” solo sirven para fumarse. Entendí que el factor humano comprende una proclividad al pecado. Pero los excesos, eso no se puede perdonar. Quien usa el nombre en vano del Torrijismo para ocultar su conducta inmoral y deshonesta y pretende usar al Partido que él creará, para su salvación personal, eso tampoco se puede perdonar. Invocar su memoria para protegerse de la inevitable condena de la historia por sus abusos y deformaciones, menos aún podemos perdonarlo. Manipular ese sentimiento auténtico por los principios del Torrijismo para arrastrar a cientos de miles de militantes a luchar por “la defensa del Partido que se encuentra en peligro ante las conspiraciones externas” , cuando en realidad lo que quieren algunos es convertir esa fuerza en un escudo que los ampare de todos sus errores. Menos se puede perdonar.

La gente no es tonta. Las épocas en que se “amarraba los perros con longanizas” pasaron a la historia. Ese llamamiento está descalificado de partida. La crisis interna del PRD comienza a pasar su factura. Los responsables de que la conciencia del torrijismo se narcotizara no pueden convocar a la lucha y la resistencia ante hechos cuyos únicos responsables son quienes en nombre de todos nosotros originaron las condiciones que hoy son usadas por nuestros adversarios.

En este 28avo aniversario Omar nos envía un nuevo mensaje y nos da una nueva lección. No esperen que nuestra membresía se vaya a movilizar y que nuestro pueblo, que con su silencio lo recuerda, vaya a llenar el vacío que la terquedad de unos pocos ha creado alrededor del otrora glorioso PRD.

*Miembro del PRD.rvasquezch@cwpanama.net

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