• 19/08/2014 02:00

El país de las historias y del territorio herido

Historias del Canal revela con una estética cinematográfica que no envidia nada a las grandes producciones 

Hace muchos años, antes de ser madre y abuela, realicé una investigación para optar por mi título de pregrado en Ciencias Políticas y Administración Pública: El Nacionalismo Panameño. Logré obtener una mención honorífica en la Universidad Autónoma de México. Tuve como jurados en el examen de sustentación, entre otros, al gran politólogo mexicano Octavio Rodríguez Araujo y al inolvidable patriota, por entonces, director del Centro de Investigación de Estudios de América Latina, de la UNAM, Jorge Turner.

Hice una investigación con todos los rigores de la ciencia e hice fuertes críticas para llegar a la conclusión que la clase dominante económicamente en nuestro país, había utilizado, manipulado, tergiversado y desviado el nacionalismo que surgió del profundo sentir de nuestro pueblo, para sus propios intereses. Y que en ese camino, se llevó a altos dirigentes sindicales e incluso hasta al Partido del Pueblo, en su momento, la expresión ideológica comunista de nuestro país.

La película Historias del Canal, que pude ver la otra noche, en su gala inaugural en el Teatro Nacional, revela con una estética cinematográfica que no envidia nada a las grandes producciones que nos llegan de EE. UU. o de Europa. Pero por encima de ello, revela una historia, de dolor, de desgarramientos, de ingenuidades, de coraje y amor a la patria de todos y todas. Una historia muy por encima de los intereses económicos y geopolíticamente estratégicos de los Estados Unidos y de nuestros políticos criollos, bastante entregados a lo largo de nuestra historia, a aquéllos intereses.

Nos revela de una forma dramática, el rol de nuestros ancestros afrodescendientes, que aún para muchos en nuestra sociedad, son tolerables en una película, pero no en la cotidianeidad del país. Nos hace sentirnos orgullosos de ser panameños y panameñas, en medio de nuestras contradicciones y continuas descalificaciones, entre grupos, entre hermanos, entre mujeres. Y también, nos hace sentirnos valorados por la calidad de profesionales del cine que ya tiene nuestro país: Carolina Borrero, Pinky Mon, Luis Franco, Abner Benaim y Pituka Ortega Heilbron.

Historias del Canal nos invade las emociones, pero no tanto como no darnos cuenta, que quedan muchas otras historias por revelar. La historia de la construcción de un país, donde las riquezas, que son muchas, no se distribuyen equitativamente. La historia donde el afán de poder, ofrece oportunidades de ganancias millonarias a unos pocos, en detrimento de la sostenibilidad del medio ambiente. La historia de un canal que divide no solo el territorio nacional, sino los sueños de un pueblo.

Nos queda a nosotras y a nosotros, los que no hacemos película, sino que construimos la vida día a día en el país, hacer nuestra propia historia, para que tal vez, otro día, estos productores argentino/panameños, u otros, se interesen por llevarla a la pantalla.

*ESCRITORA, POETA, POLITÓLOGA, INVESTIGADORA SOCIAL, ESPECIALISTA EN GÉNERO Y DESARROLLO CULTURAL. EX LEGISLADORA DE LA REPÚBLICA.

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