En Panamá la justicia no funciona ni funcionará

Mucha gente piensa, entre ellos hemos escuchado decirlo a ‘Domplín', que en Panamá no va a pasar nada en el caso de Odebrecht, que el brazo de la justicia no caerá sobre los verdaderos violadores de la ley, al menos durante la presente administración.

Los ejemplos de la impunidad existente sobran. A lo sumo, para guardar las apariencias, se castigará a dos o tres ‘chivos expiatorios' de poca relevancia. En el caso de corrupción de Odebrecht al presidente Varela no le conviene ‘revolver la olla' y lo mejor es que ‘pase la página'. Sus constantes contradicciones lo hunden cada vez más en este asunto.

Sus palabras y acciones —lo último fue la escogimiento de las nuevas magistradas de la Corte Suprema de Justicia— le están haciendo un gran daño, pues sus actos demuestran muy claramente que está incumpliendo, otra vez, sus promesas de campaña. ¡Qué lástima!

El panameño tendrá que conformarse solo, en los casos de corrupción, con noticias y señalamientos y seguirá sin conocer realmente los culpables y el castigo.

El próximo Gobierno, no importa quién sea, tendrá, queriéndolo o no, otras prioridades. Deberá hacerle frente a una deuda astronómica nunca vista. Las reformas a la CSS no pueden esperar más; el pago de una planilla estatal que está por las nubes; el desempleo que va en aumento; la inseguridad existente, a pesar de tener una fuerza de seguridad cuyo número se desconoce, al igual que los comisionados, aunque se asegura que son cerca de cien; la falta de agua; el exceso de basura y otros problemas adicionales que deja el populismo.

La investigación de corrupción de Odebrecht que apuntó a funcionarios, bancos y muchos civiles, lamentablemente, tendrá que esperar. ¿Hasta cuándo? Solo Dios lo sabe.

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