• 27/07/2022 00:00

El Panamá que queremos

Panamá tiene inmensas oportunidades para lograr el desarrollo, pero solo depende de cómo nos la juguemos. La desestabilización política de los regímenes en América Latina denota el hastío de un sistema político que para lo único que ha servido es para crear reyecitos de cinco años, que terminan siendo la gema para que un grupito se convierta en nuevos millonarios.

Panamá tiene inmensas oportunidades para lograr el desarrollo, pero solo depende de cómo nos la juguemos. La desestabilización política de los regímenes en América Latina denota el hastío de un sistema político que para lo único que ha servido es para crear reyecitos de cinco años, que terminan siendo la gema para que un grupito se convierta en nuevos millonarios. No queremos vivir como en Corea del Norte, donde sus ciudadanos no tienen idea de la palabra libertad o como en países hermanos, donde la gente desea salir huyendo, y que han caído en la miseria producto de un régimen. Queremos un país que supere el sistema presidencialista y que emule lo logrado por los países nórdicos con su parlamentarismo. Queremos un sistema financiero con ética, que se autorregule para que tenga ganancias justas y no con el 'juega vivo' de la especulación. Queremos se vendan las medicinas al precio justo, como en Colombia o Estados Unidos; que los alimentos, los intermediarios los paguen al precio justo a los productores. Queremos escuelas que sean libres, con docentes con los más altos grados académicos, y no secuestradas por dirigentes que no tienen capacidad para redactar un ensayo. Queremos partidos políticos que luchen por la causa Panamá y no solo petardeen el gobierno de turno. Queremos un país en el que la tónica sea la generación de dividendos y no que vivamos en un lugar donde el subsidio sea la regla. Queremos que nuestros pueblos indígenas sean productivos y que emulen a sus pares de la tribu Seminole de la Florida, que hoy es dueña de la famosa cadena Hard Rock Café. Queremos un país con libre circulación, con un sistema migratorio inteligente que permita tener las mejores mentes, empresarios y profesionales, para que compartan sus conocimientos y se sientan tan panameños como los mismos panameños. Queremos un país con libertad política, libertad económica y que tome sus propias decisiones, soberanas, y alejadas de la derecha o de la izquierda. No queremos políticos, medios de comunicación social y dirigentes que solo sirvan para incendiar el país, sembrar pesimismo y desánimo. No queremos tener un país donde un grupito sea el que secuestre la libre circulación. Si los partidos políticos y gremios empresariales y demás dirigentes con mentalidad de libertad política y económica no se unen a luchar por Panamá, nos imponen su control de precios que terminará arruinando al país. La especulación en las medicinas y los alimentos es un grave problema que debemos solucionar, pero no queremos un régimen marxista y seguir secuestrados sin libre circulación.

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