• 09/10/2023 00:00

¿Podrá sobrevivir la humanidad?

La amenaza bélica no es, sin embargo, la única ,ya que, además, cada vez estamos más amenazados por la inminencia de la catástrofe ambiental

En plena guerra fría Erich Fromm público su libro ¿Podrá Sobrevivir el Hombre?, en el que se refería a la real posibilidad de que se desatará un conflicto nuclear, que llevara a la desaparición de la humanidad. Luego de un breve arco temporal en el que la posibilidad de este evento pareció menguar, la misma ha vuelto a aparecer como un trágico riesgo efectivo.

No es casualidad que el grupo que edita Bulletin of Atomic Scientits adelantara significativamente las manecillas de su Reloj del Juicio Final (Dooms Day Clock) en enero de este año, colocándolo apenas 90 minutos antes del momento de la catástrofe global. Se trata de acuerdo al Security Board of the Bulletin of the Atomic Scientists del nivel más cercano a dicha catástrofe global en que el mismo haya estado. De acuerdo a este calificado cuerpo de científicos estaríamos viviendo un tiempo de riesgo sin precedentes.

La principal causa de esta situación se encuentra en el desarrollo de las llamadas guerras proxis, cuyo desenvolvimiento genera la posibilidad de desembocar en un conflicto bélico con armas nucleares. De hecho, estamos atravesando por un difícil período histórico en que unas naciones, a fin de conservar su hegemonía, han declarado a otras como competidoras estratégicas, lo que en la práctica equivale a considerarlos prácticamente como enemigas. Mientras tanto se pierden miles de vidas humanas y se distraen valiosos recursos que podrían servir para sacar de la miseria a millones de seres humanos, con el fin de dedicarlos a los improductivos y mortales juegos de guerra. Unos mueren en los campos de batalla, otros mueren de hambre, de falta de condiciones sanitarias, de carencia de agua y, en fin, de que no se les reconocen sus derechos humanos.

La amenaza bélica no es, sin embargo, la única ,ya que, además, cada vez estamos más amenazados por la inminencia de la catástrofe ambiental. Ahora que nos encontramos en el llamado Antropoceno, esto es en una situación en la que la acción de los humanos es la fuerza dominante en relación a la evolución de la situación climática, resulta útil referimos al más reciente informe realizado en el marco de la conocida metodología de las fronteras ambientales del planeta.

El mismo publicado en la revista Science Advance (13 de septiembre de 2023), seis fronteras ambientales de las nueve estudiadas se encontrarían en condiciones de riesgo creciente o de alto riesgo, por lo que se consideran violadas. Estas son las siguientes: cambio climático, la integridad de la biósfera, el uso seguro de la tierra, el agua dulce, el efecto de las llamadas entidades nuevas (el plástico entre otros) y los procesos bioquímicos (ciclo del nitrógeno y del fósforo).

Resulta ser, si se tienen en cuenta los datos contenidos en el citado informe, que nos encontramos al borde de lo que se ha denominado la sexta extinción masiva de la vida sobre la Tierra. Según estos datos resulta que: “la tasa corriente de extinción de especies se estima que es por lo menos cientos de veces superior al promedio estimado para los últimos 10 millones de años y se está acelerando”. También se considera que, de un total estimado de ocho millones de plantas y animales, alrededor de un millón se encuentra en peligro de extinción. Si seguimos por ese camino es lógico hacerse una pregunta: ¿cuándo terminaremos por crear las condiciones climáticas para la desaparición de la humanidad?

Pero no solo está transgredida la frontera de la integridad de la biosfera, también se han traspasado los límites relacionados con el cambio climático, del uso sostenible de la tierra, del agua dulce, de las llamadas entidades nuevas como el plástico y los ciclos de fósforo y el nitrógeno. Elementos estos que también amenazan la vida.

Si nos preguntamos por el origen de toda está problemática la respuesta es sencilla: un mundo dominado por la búsqueda de ganancias para su acumulación, que, además, promueve el consumismo de unos pocos, frente a la necesidad de los muchos. Salvar la humanidad precisa de una nueva civilización basada en un humanismo práctico, que entienda que lo básico es el respeto a la vida en todas sus formas, lo que llevaría a una nueva democracia sostenida en el pleno respeto de todos los derechos humanos y de la madre naturaleza. Se trata, entonces, de la urgencia de construir una sociedad solidaria.

Economista
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