• 04/09/2016 02:00

Necesitamos una política de Estado

No podemos permitir que otros países u organismos internacionales nos impongan una obligación no escogida

El pasado 25 de agosto, salió publicado en el diario The Guardian un artículo titulado ‘War of words hots up between US and EU over tax avoidance ', firmado por la periodista especializada en negocios Juliette Garside, en el cual, entre otras cosas, se informan tres aspectos que ya sabíamos, pero que no dejan de llamar la atención. El primero es que la Unión Europea (UE) acusa a los EE.UU. de venir comportándose como un paraíso fiscal; el segundo es que el Tesoro de los EE.UU. amenazó a la UE con aplicar sanciones, si esta sigue su cruzada fiscal contra empresas de los EE.UU. en Europa; y, el tercero que, según un análisis del Tesoro de los EE.UU., Europa persigue tributariamente de manera desproporcionada a las empresas americanas y que la UE se comporta como una autoridad tributaria supranacional, lo que según el Tesoro de los EE.UU. no le corresponde.

Todos esos argumentos, palabras más palabras menos, son los que muchos hemos venido expresando desde hace mucho tiempo; es decir, la OCDE, el Foro Global y en este caso la UE no son autoridades fiscales supranacionales, sobre todo la OCDE y el Foro Global, porque sus famosos estándares internacionales son violatorios del Derecho Internacional Público. Al final es todo un problema de ‘soberanía ', que los Estados ya no están dispuestos a ceder a organismos burocráticos e improductivos como la UE lo que legitima a mi juicio, la salida del Reino Unido (RU) de dicha organización, tema que sigue en debate con el caso de la empresa Apple que ha sido obligada por la UE a devolverle 13 000 millones de euros al fisco de Irlanda, decisión que la propia Irlanda ha protestado y a la vez anunciado que apelará la sanción ante Bruselas, toda vez que, según las autoridades irlandesas, no existe tal violación por parte de Apple, por tanto, Irlanda no permitirá que la UE ataque su ‘soberanía ' fiscal.

En consecuencia, debemos retomar la carta de compromiso de Panamá de fecha 15 de abril de 2002, enviada a la OCDE, que debe ser el término de referencia para nuestro país y no salirnos del mismo, a través de la cual se comprometía y mostraba interés en cooperar con cualquier iniciativa multilateral relativa al tema de los estándares internacionales en transparencia e intercambio de información bajo estrictos parámetros de respeto a la ‘soberanía ' de los Estados, al Derecho Internacional Público y sobre todo, al Principio de equidad y no discriminación, conocido en inglés como el ‘Level Playing Field '.

El tiempo nos está dando la razón a los que siempre hemos sustentando la posición de no acatar las imposiciones de la OCDE, si esta no respeta la ‘soberanía ' de los Estados y el Derecho Internacional Público, por lo que se hace impostergable la creación de un Ministerio de Servicios o, por lo menos, una Secretaría Técnica sobre el particular, que fue una iniciativa que el Consejo de Servicios Internacionales de Panamá (Cosip) presentó al Gobierno nacional en el 2014. La importancia de los servicios internacionales en nuestra economía es fundamental y no podemos seguir reaccionando y autoflagelándonos ante las amenazas y nuevas realidades internacionales que ya todos conocemos.

Sin duda y parafraseando nuevamente a la filósofa y escritora Ayn Rand, no podemos permitir que otros países u organismos internacionales nos impongan una obligación no escogida, que traerá deberes y obligaciones no recompensados, a todas luces involuntarios y contrarios a la libertad y autodeterminación de un país digno y soberano como el nuestro.

ABOGADO

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