• 02/06/2021 00:00

Política universitaria al derecho

“Este 2021 es un espacio de oportunidad para que la comunidad universitaria reflexione sobre hacia dónde vamos, lo que podemos llegar a conseguir con nuestro voto […]”

Las normas rigen a las personas en todos los aspectos de su vida. Nos vemos sujetos a ellas para mantener un orden entre el Estado y la propia sociedad. Toda normativa tiene que ser garante de derecho o de obligaciones, con el fin de mantener el equilibrio.

La universidad puede ser comparada con un Estado en cuanto a sus características. Es cierto que la autonomía universitaria no es sinónimo de país soberano, pero esta línea muchas veces se ha visto desdibujada, según la situación existente. Así como la política es parte del ciudadano. En la educación superior, la política es parte del universitario, ya sea estudiante, docente o administrativo; todos somos responsables de hacerla valer.

Cuando las elecciones llegan a la Universidad de Panamá estas se asemejan al fenómeno nacional de cada cinco años, donde se despiertan pasiones a favor y en contra. Se exaltan virtudes y se sacan a la luz defectos. No se debe olvidar que la Ley Orgánica de la universidad consagra el voto ponderado, donde el personal académico cuenta con 60 %, los estudiantes regulares 30 % y los administrativos 10 %.

Esto difiere del sufragio establecido en el artículo 135 de la Constitución patria. Los estudiantes son temporales, pero el personal académico tiene que permanecer mucho más tiempo en la institución. Aunque ambos, aunados a los administrativos, sufren los embustes o gozan de los aciertos de las decisiones de las autoridades electas, su voto no vale igual.

Otra particularidad del sistema actual es la modificación de la Ley Orgánica, mediante la Ley 64 de 2010, donde se establece la reelección indefinida. En Panamá la reelección indefinida se observa en los diputados. El ciudadano, para ejercer el sufragio, debe tomar en cuenta el desempeño que ha tenido el servidor público en su actuar, el cumplimiento de las promesas de campaña, el correcto desarrollo de sus funciones durante el cargo y el respeto por la institucionalidad, entre otros.

La decisión de a quién votar recae en la valoración que realiza el elector, ya que es la manifestación de su voluntad a aquello que aspira. Este principio se aplica a todo tipo de votaciones.

En las elecciones generales del país se habla de partidos políticos, en la universidad su equivalente son las agrupaciones estudiantiles que tienen el deber de elevar el nivel de la facultad, brindar la plataforma para el crecimiento de la comunidad estudiantil, fomentar el pensamiento crítico y brindar un auténtico relevo basado en la ética.

Sin embargo, irónicamente, existen agrupaciones financiadas por partidos políticos, movimientos por personas ajenas a la juventud, promesas de transformación y renovación que nunca llegan, porque el tiempo ha demostrado que lo único importante para ellos son los beneficios personales, no los del estudiante.

Este 2021 es un espacio de oportunidad para que la comunidad universitaria reflexione sobre hacia dónde vamos, lo que podemos llegar a conseguir con nuestro voto, y con voluntad, edificando bases sólidas para la Universidad y la República de Panamá.

Estudiante de Derecho.
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