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- 10/07/2023 00:00
Prioridades para construir el futuro
Seguramente los titulares de los diarios de hoy resaltan los resultados de los comicios internos del Partido Cambio Democrático que se llevaron a cabo ayer domingo, 9 de julio de 2023. Por razones de programación, esta columna se entrega antes, pero lo más probable es que tampoco hubiera opinado al respecto. En muchas formas me niego a participar del rejuego politiquero que nos han ido presentando.
Lo que sí sé fue lo que ocurrió durante la semana pasada y ha venido ocurriendo por años: los colegios y centros educativos públicos de Panamá, en este tercer decenio del siglo XXI, son una verdadera catástrofe. Dan vergüenza. Este y todos los Gobiernos de los últimos 20 años han fallado estrepitosamente en algo tan importante y fundamental como la responsabilidad de GARANTIZAR espacios dignos, seguros y modernos para el aprendizaje y el desarrollo de nuestros jóvenes, esos que serán los que asuman la conducción del Estado dentro de unos cuantos lustros.
La politiquería y el matraqueo son ofensivos en un tiempo en que no hay distinciones claras de que algún grupo o candidato podrá realizar cambios estructurales profundos y significativos para corregir los males que nos agobian, que entre otras definiciones significa: “Causar gran sufrimiento”. Si por alguna razón no pudieron ver las imágenes de los colegios y las protestas de los estudiantes, deben buscarlos en las redes y comparar sus válidas molestias con lo que se ha reportado sobre el gasto para el rejuego politiquero.
Además de los retos sociales que enfrenta un gran número de estos muchachos (violencia en los barrios, drogas, embarazos no programados, familias fragmentadas, etc.), ¿por qué deben enfrentar las incompetencias de los Gobiernos en materia de proveerles los espacios necesarios para tratar de superar estos retos a través de la educación? ¿Será que las autoridades no tienen claro sus responsabilidades en materia educativa? Ya en sí, educar a la próxima generación es una tarea compleja que conlleva numerosos desafíos.
Puntualizado por la Unesco y tal cual avanzan los centros estratégicos de producción, los desafíos son múltiples para países como el nuestro. El mundo se está volviendo cada vez más digital e interconectado. La brecha digital exacerba la desigualdad, ya que no todos los estudiantes tienen el mismo acceso a la tecnología y la conectividad a Internet. La educación está obligada a seguir el ritmo para elevarlos a ese nivel.
En este escenario imperfecto, clientelar y muchas veces perverso y criminal por el abuso que se hace con los dineros públicos, otro desafío desatendido e importante es el de preparar a los estudiantes para el futuro mercado laboral. La automatización y la inteligencia artificial entre otros aspectos están creando nuevos tipos de empleos. Para equipar a los estudiantes con las habilidades necesarias, los sistemas educativos deben enfatizar el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la creatividad, la colaboración y la adaptabilidad. Este cambio hacia una educación más holística y práctica requiere reevaluar los currículos y métodos de evaluación tradicionales.
La inclusión y la diversidad también son desafíos vitales para la educación de la próxima generación. Hay que redoblar los esfuerzos por ser inclusivos y atender las diversas necesidades de los estudiantes de diferentes orígenes, habilidades y culturas. Esto implica brindar apoyo adecuado a los estudiantes con discapacidades, abordar las disparidades de género y adoptar el multiculturalismo con más efectividad.
Priorizar la promoción del bienestar emocional es otro desafío importante. Los educadores deben estar capacitados para identificar y abordar los problemas de salud mental, creando entornos de aprendizaje seguros y enriquecedores.
Para formar una generación de ciudadanos responsables holísticamente, también es importante integrar la educación ambiental en los planes de estudios, al igual que fomentar la ciudadanía global para desarrollar una perspectiva y una comprensión intercultural.
Entonces: ¿cómo hacemos todo esto y más para preparar la generación del futuro, si los colegios están en tan crítica situación estructural y los muchachos siguen perdiendo clases? ¿Será que la fórmula ganadora de ayer y de los otros partidos entienden los retos que hay por delante en materia educativa tal como hemos expuesto?
La importancia de lo que sucedió ayer con Cambio Democrático y, en ese sentido en todas las otras primarias, es inconsecuente, si no existe un compromiso real de corregir las violaciones de este presente sistema para concentrarnos en la construcción de las bases para un mejor futuro.