• 26/07/2009 02:00

Un pueblo y su libertad de decidir

La libertad de decidir su destino, su vocación política, su régimen social y económico, sus instituciones y el mecanismo que las rige es...

La libertad de decidir su destino, su vocación política, su régimen social y económico, sus instituciones y el mecanismo que las rige es un derecho de cada pueblo, que no siempre es fácil de respetar por quienes lo observan a distancia.

El pensamiento que expreso en el primer párrafo quedaría incompleto si no agrego que, también es difícil de respetar por los propios miembros de un Estado. Tanto desde afuera como en el interior de un país hay gente que trata siempre de conculcar las libertades de un pueblo.

Pongamos el caso de Honduras. ¿Debe volver Zelaya? ¿Debe irse? ¿Conculcó Micheletti y su gente el derecho del pueblo hondureño que escogió a Zelaya como su presidente? ¿O conculcó Zelaya el derecho del pueblo al violar él la Constitución? ¿Deben los países de la OEA imponer el retorno de Zelaya porque se trata de un presidente derrocado? ¿O deben dejar que sea juzgado por haber violado la legalidad de su país y respetar la decisión del Congreso y la Corte Suprema Hondureña? ¿Deben los países de América esperar que este sea un problema resuelto entre hondureños o deben amenazar a un gobierno que no es de su agrado con que “lo derrocarán” como hizo el presidente Chávez?

El llamado “golpe de Honduras” dígase como se diga, no es un golpe igual a los demás. No se parece al menos a los de los años 60 y 70 en que los militares quitaban al presidente y se instalaban el poder. Y en que los países latinoamericanos caían víctimas de la Doctrina de la Seguridad Nacional, de los regímenes fascistas. Parece un derrocamiento dirigido a restaurar la normalidad democrática. ¿Dejará la ONU, la OEA, la UE y América que los hondureños resuelvan este asunto o les diremos qué hacer?

*Filósofo e historiadorjordi1427@laestrella.com.pa

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