• 07/09/2018 02:00

No a la Reelección, los independientes...

La población puede reconocer fácilmente un hecho errado, corrupto, conveniente o mal intencionado.

Vamos a usar la historia como hilo conductor. Hágase la sencilla pregunta ¿cuántas revoluciones, transformaciones, o cambio profundos usted conoce que se han logrado sin violencia? La respuesta se la soplo, muy pocas. Por eso cuando mis estudiantes o amigos me pregunta ¿cuál es la solución a todo lo que estamos viviendo en el país? Les formulo la misma pregunta y con la respuesta aparece otro problema que siempre me encuentro. La nula o baja formación política de mis interlocutores.

La población puede reconocer fácilmente un hecho errado, corrupto, conveniente o mal intencionado. Pero no puede reconocer el origen de la misma, los actores o sus consecuencias a largo plazo. Su análisis está ligado a comparar países y situaciones cuando no se puede extrapolar como quien se cambia un zapato de un problema a otro. En parte la culpa la tiene la los medios de incomunicación, la desaparición sistemática de grupos estudiantiles, tanto en las escuelas como en las universidades, y cada vez menos frecuente debate ‘ideológico presencial' por un debate en redes sociales, donde gana quien atiborra a su contrincante de una batalla imaginaria de corta y pegas de informaciones que ni él mismo se ha logrado leer, pues es humanamente imposible tener la capacidad de Google para recordar tantas cosas.

Este es nuestro problema de fondo y de forma estamos atrapados por campañas mediáticas que piensan que un hashtag va a lograr acabar el clientelismo por arte de magia, con la misma facilidad que le dan clic a compartir en redes sociales. Esto, como una sencilla aguja que da una punzada, nos lleva al tema de los independientes. La pregunta sería ¿qué te hace ser independiente? Llevar el hashtag de ‘No a la reelección', hablar de la corrupción en abstracto, como quien habla del cosmos y su inmensidad, sin señalar las estrellas y los planetas que lo conforman, o simplemente ponerte una camiseta de fútbol, como quien hoy sigue al Real Madrid y luego, cuando su ídolo se cambia a otro país y otra ciudad, cambiarse la camiseta.

Quienes sabemos de las plantas y nos apasiona el tema del cannabis reconocemos que existen tres tipos de la misma y sabemos claramente los efectos que tiene cada tipo de planta; si bien existen cruces entre especies en el fondo una sobrepone sus efectos a la otra, porque en genética los cruces son nuevas especies, pero no dejan de ser plantas con el mismo origen. Y es allí cuando se hace la reflexión. ¿De qué sirve llamarse independiente si todo el discurso de forma y fondo no lucha contra el sistema capitalista de acumulación ni señala sus formas de perpetuar la desigualdad y cómo se está destruyendo nuestra casa común, nuestra madre tierra ‘Nabguana'? ¿De qué sirve una campaña de hashtags , si las bases del clientelismo siguen en pie como las columnas del Partenón? Vamos a un periodo de elecciones donde los votantes tendrán que elegir entre un ramillete de promesas vacías y un discurso uniforme.

La solución no es sencilla, pero un primer camino es señalar la falta de diversidad ideológica en el discurso y si hiciéramos un test psicológico de candidatos electos vs candidatos por elegir, seguro no encontraríamos ninguna diferencia. Cuidado y hace muchos años estamos votando el mismo candidato sin darnos cuenta.

EL AUTOR ES POETA Y PRECANDIDATO A DIPUTADO POR LA LIBRE POSTULACIÓN.

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