Retos de política criminal y elecciones 2024

El próximo 5 de mayo de 2024, se percibe como una fecha que tendrá repercusiones históricas, quienes sean electos tendrán la difícil misión de enfrentar tanto nuevas, como pendientes tareas que relegaron gobiernos anteriores.

Aún no conocemos las propuestas en materia de reacción social, pero, sin duda, se concretarán en extremos ya conocidos en el pasado; proyectos de “mano blanda” vs “mano dura”. Se propondrán unidades especializadas en la policía para la lucha contra el narcotráfico, o posturas enfocadas en “pacificar barrios” para el bienestar de la comunidad, o para evitar la reincidencia, la deserción escolar con actividades extracurriculares (deportes) a la juventud ociosa; o en otros casos, en compra de equipos técnicos, vgr drones o cámaras de circuito cerrado, y a lo mejor, aunque sea lamentable, se oriente ante una política xenófoba para reducir migrantes, entre otros.

Por nuestra parte, opinamos que hay que considerar como estrategia, la implementación de la prevención situacional del delito, como mecanismo de política criminal, con el fin de establecer mayores obstáculos a quien decida delinquir, para que no sea rentable para este, es una forma de reducir las oportunidades para cometer el delito, recordando la frase que dice la “ocasión hace al ladrón”.

Igualmente, deberá valorarse la puesta en ejecución de una oficina de Análisis de Datos Abiertos (Herramientas OSINT) para que ayuden al trabajo de prevención de la policía, o algo mucho más sencillo, como proponen los profesores Gary LaFree and Tom R. Tyler quienes fueron reconocidos como ganadores del premio de Criminología de la Universidad de Estocolmo para el año 2024.

Los autores citados en su investigación refuerzan algo que es del sentido común de todo el pueblo panameño, pues sus datos comprueban que un policía que atiende a sus ciudadanos, hasta los que violan la ley, de manera respetuosa y sin prejuicios, tienden a brindar una reducción de la criminalidad en niveles individuales y societales.

Ahora bien, las propuestas señaladas deben constituir un proyecto duradero y no pasajero solo del nuevo gobierno, y entre otros, del ministerio de Seguridad y de la Asamblea Nacional, porque tenemos que tener presente que un proyecto de lucha contra la criminalidad, debe ser permanente y continuo, y que además se requiere de una visión holística, provista de luces largas entendiendo que reducir la criminalidad en nuestra sociedad solo se puede lograr mejorando a nuestra sociedad en sí, superando la exagerada brecha de desigualdad que enfrentamos en Panamá.

Por lo demás, nuestra población tiene un reto educativo pendiente respecto a la “literacidad digital”, que proviene de “literacy”, “digital literacy”, que se entiende como la capacidad para analizar la información, de búsqueda, de interacción, respecto a valorar la credibilidad y fiabilidad de las páginas web y de los documentos (bulos, fake news), que aparecen en las redes, chat de WhatsApp, habilidades que son fundamentales, entre otras, para reconocer las estafas, las suplantaciones de identidad, y otros delitos informáticos.

No quiero terminar, sin dejar de mencionar las tareas pendientes en materia de política educativa, de salud sexual y reproductiva a los jóvenes del país, pues no podemos continuar con altas tasas de adolescentes embarazadas y víctimas de delitos de naturaleza sexual, y por ello hay que involucrar e incentivar la responsabilidad de las instituciones educativas en la detección de abuso sexual y de otra naturaleza de sus estudiantes, comprometiendo también a los padres, familiares y a la comunidad en general, que muchas veces es cómplice de estos delitos.

El autor es profesor de derecho penal y crimonilogía.