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- 13/10/2020 00:00
Sancho y el Talmud
El Quijote es una de esas obras literarias que se convierten en fuentes inagotables de sorpresas. En el capítulo XLV de la 2ª parte, cuando se narra la toma de posesión por Sancho de la Gobernación de la ínsula Barataria, Cervantes hace referencia al Talmud en el juicio ante el Tanaita Raba, relato del Tratado Nedarim. Cervantes demuestra en este intertexto los amplios conocimientos sobre la literatura talmúdica y cabalista del judaísmo.
Recordemos la tradición esotérica de la orden de la caballería, sobre todo la de los Caballeros Templarios. Las relaciones de Cervantes con el judaísmo es uno de los tantos enigmas del Manco de Lepanto. “Para Cervantes como para el Talmud, el valor humano está por encima de todas las divergencias. El Quijote nos eleva a la dimensión cosmológica que engrandece al hombre que se realiza cuando los extremos confluyen en el balance de su pequeñez y grandeza”. Sancho, como juez en la ínsula Barataria, procede con mesura, el péndulo de la justicia es ajeno a los intereses del momento, sentencia con sabiduría. Allí no existe la ley del encaje con la impunidad e inmunidad de los poderosos.
El Quijote tiene un diseño dialéctico, por eso el contrapunto, muchas veces son antípodas. Cervantes es el maestro de las paradojas y las parodias. El humor cervantino es un recurso básico del discurso contestatario y Sancho es la contraparte, la cual nos hace valorar el sentido común de la vida cotidiana.
El Talmud busca el balance de todas las verdades y es el eje ontológico de Cervantes. Don Quijote y Sancho son personajes dialécticos que le dan a la trama un acento especial, nada es previsible.
La inquisición obliga a Cervantes a “escribir entre líneas” con un sentido subyacente, es un juego de aparentes equívocos. Lo hace con la historia de la cañaheja o báculo, a través de la cual Sancho hace gala de sus aciertos durante la gobernación de la ínsula Barataria, la acción literaria está tomada casi textualmente del Talmud.
José Ortega y Gasset, en las Meditaciones del Quijote (1966), aprecia que “El libro es una selva ideal, la profundidad lo hace un libro máximo, es un escorzo por excelencia. La complejidad nos lleva a leerlo como un “intelligere”, o sea, leer desde dentro, en un leer pensativo”. Américo Castro, en “El pensamiento de Cervantes”, lo considera un gran disimulador, el cual, mediante la ironía y habilidades, se opone a las ideas imperantes de la época en una actitud crítica sin precedentes. La sátira es elegante, puntual y denota el conocimiento de Cervantes de la naturaleza humana. Cervantes sufre muchos reveses en su vida, para él nada es fácil, naufraga en los mares tormentosos de las pasiones extremas; es un cautivo singular de los árabes, intenta varias veces la fuga con sus compañeros de infortunios, él asume la responsabilidad en cada caso, los árabes lo respetan y aprecian por su personalidad. Los Torquemadas lo persiguen en España hasta después de su muerte. Los del Siglo del Oro español lo menosprecian. Hoy, Cervantes es el sol que los opaca, el Quijote y Sancho caminan con los contestatarios del mundo.
El escrutinio del cura y el barbero, al quemar los libros de Alonso Quijano, llevan a la hoguera un libro de Moisés de León, autor de la máxima obra cabalística, el “Zohar”, y otro de León Hebreo (autor admirado por Cervantes, al cual le rinde homenaje en el prólogo de Don Quijote y lo incluye en La Galatea), ambos son exponentes del misticismo judío. Cervantes sutilmente hace alusiones a la Inquisición en todo el devenir quijotesco.
La historia de España se caracteriza por un entretejido cultural de lo judío y moro con lo hispano. Una pregunta interesante es ¿quiénes son los galeotes encadenados, gente “nonsancta” liberada por el Quijote? Entre ellos iban gitanos perseguidos por una sociedad prejuiciada y xenófica, son Los condenados de la Tierra, al estilo de Frank Fanon.
Dostoyevski: “si algún día la humanidad insistiera, una vez más, en los umbrales de su autodestrucción, en preguntarse qué es la vida, bastaría para calmar su anhelo con poner en sus manos El Quijote diciéndole: la vida es esto”.
En mi experiencia docente como profesor de Historia, utilicé los recursos literarios para hacer amena las clases. Y como profesor de Literatura me valía de las técnicas históricas para actualizar cada acontecer. La Historia y la Literatura se corresponden.
Referencia bibliográfica: Baruch, Bernardo. Una página del Talmud en el Quijote/ Costa Rica: Editora Génesis, 1988. 73p. il. Se puede consultar en la Biblioteca Nacional.
Nota: El Talmud es uno de los capítulos de La Magia del Quijote de Ricardo Arturo Ríos Torres e Isolda de León Becerra. En Éxtasis de Sir Richard Brooks, recomiendo “El sueño de un manchado”, hace referencia a los orígenes judíos de Cervantes.