• 02/06/2014 02:00

Selfinitis

El término selfie se utilizó por primera vez en un programa producido por la ABCon line, en septiembre de 2002

Para muchos el término Selfie (selfy en inglés) les resulta completamente nuevo, pero no, los autoretratos-autofotos datan del año 1839, cuando el estadounidense Robert Cornelius —un fotógrafo pionero— se toma la primera foto lumínica. Luego de ello, en 1900, la rusa Anastasia Nikoláyevna, de 13 años, con la ayuda de una cámara de cajón portátil Kodak Brownie, realiza uno de los primeros autorretratos adolescente.

El término selfie se utilizó por primera vez en un programa producido por la ABCon line, en septiembre de 2002. Con el desarrollo de las redes sociales esta práctica se expandió desde My Space, como primera opción, hasta la creación de Facebook, Twitter e Instagram. Popularizada por grandes estrellas como: Rihanna, Selena Gómez y el conflictivo cantante canadiense Justin Bieber, solo por mencionar algunos. Su revolución ha sido tal, que todos quieren un selfie y muchos especialistas en medicina y conducta humana empiezan a verlo como una tendencia afectiva de personalidad, haciéndose preguntas como: ¿Por qué un selfie? ¿Es un estereotipo, modalidad? ¿Tendrá repercusiones psicológicas o no?

Para la especialista en conducta adolescente, Maribel Mckay, el selfie es una práctica normal e interesante. Es un vehículo para el reconocimiento de las personas y que en gran medida refuerza la autoestima. ‘Puedes pensar que es una locura tomarse una foto pero no, no lo es. Si conoces lo interno, te será más fácil escudriñar lo externo para fortalecer tu personalidad. Esto se logra tomándose una foto y autocorrigiéndose. Prueba de ello es que, a muchos nos preocupa cómo nos vemos físicamente’, señalo Mckay. Por su parte, la psicóloga Oneida Ruíz comparte esta opinión y dice que también puede reforzar ciertas actitudes inseguras. ‘Me preocupa que sea una especie de corrector de errores y no un hobby. Todos sabemos los desenlaces cuando no estamos a gusto con nosotros mismos y tratamos de caerle bien a las demás personas y no a nosotros mismos’, acotó. Muchos sociólogos aseguran que son conductas comunes del ser humano, adaptarse a lo nuevo, descubrir y experimentar. Un selfie es una manera muy práctica de tomarse fotos uno mismo, pero también se convierte en una herramienta útil para autocorregirse.

En este mundo revolucionado por las últimas innovaciones tecnológicas, socializarse con lo nuevo resulta indispensable.

ESTUDIANTE DE PERIODISMO

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