• 19/07/2019 02:03

Ciudad de Panamá y conmemoraciones en el siglo XIX

La conmemoración del V Centenario de fundación de la Ciudad de Panamá invita a la reflexión sobre su pasado, presente y por qué no, su futuro

La conmemoración del V Centenario de fundación de la Ciudad de Panamá invita a la reflexión sobre su pasado, presente y por qué no, su futuro (una tarea para la juventud). En el mundo historiográfico siempre caben nuevas interpretaciones y revisión del relato canónico. En el siglo XIX, pese a la ‘crónica inestabilidad política', como sostiene la narrativa tradicional, esta importante urbe —cosmopolita y global— sirvió de escenario para ejecutar programas conmemorativos en las últimas décadas de esa centuria. Fechas como el 20 de julio y el 28 de noviembre no pasaron inadvertidas, el nacimiento y muerte del Libertador Simón Bolívar y el IV Centenario del ‘descubrimiento' de América, el 12 de octubre de 1892, conformaron episodios en que el pasado se hizo presente e instituyeron políticas de memoria. Es menester recordar que las conmemoraciones constituyen interpretaciones del pasado reelaboradas en un contexto histórico situado o en función de intereses del momento y actualizan relatos míticos. El trasfondo histórico de esas conmemoraciones lo explica el historiador Raúl Román ‘los proyectos de Estado nación —en Colombia— que se fraguaron en la segunda mitad del siglo XIX sentaron las bases de algunos cambios importantes en el modelo de nación que se buscaba y demostraron que el legado colonial por fin había llegado a una profunda crisis, aunque la debilidad tradicional del Estado nación poco se había superado'.

Sobre el 28 de noviembre, un decreto de 1862 de la Asamblea del Estado Soberano de Panamá aprobó conmemorar dos días de fiesta cívica: ‘el 20 de julio, día de la independencia de Bogotá, en 1810, y el 28 y 29 de noviembre en que tuvo lugar la emancipación política del Istmo del Gobierno español'. En 1871 y 1881 se aprobaron leyes que reglamentaron esa última conmemoración. Los días de festejos públicos se extendían del 28 de noviembre hasta el 1 de diciembre. Considerada la fiesta por excelencia del Istmo, el programa incluyó: toros, disfraces, juegos pirotécnicos, lectura del Acta de Independencia, discursos, festejos populares y dianas. Las fuentes insistían en que la población debía guardar ‘moderación, decencia y compostura' como muestra de toda sociedad civilizada. El periódico El Observador (28/11/1890) informó ‘entre las ceremonias acordadas como festejos públicos, en conmemoración del 28 de noviembre de 1821, aparece la inauguración del Parque de Santa Ana', un año después (28/11/1891) ese mismo periódico publicó ‘en este gran día de la Patria volvamos pues, la vista hacia atrás, contemplemos la vía recorrida, los peligros salvados, los dolores sufridos, las lágrimas vertidas y tengamos todo eso en la memoria, al mirar hacia adelante, hacia el camino sin recorrer aún, para poder hacer alto en la cima de la gloria y de la prosperidad, hasta donde estamos obligados a llevar a esta Patria idolatrada'. Los hechos de 1903 reordenaron el calendario cívico de Panamá.

En 1881 y 1883, la Asamblea del Estado de Panamá aprobó dos leyes, la primera, declaró día de duelo público, el 17 de diciembre de cada año, para recordar ‘que el invicto General Simón Bolívar, fundador de la Patria y libertador de Cinco Repúblicas Hispanoamericanas, consagró desde su temprana edad, todos los esfuerzos titánicos de genio colosal a la obra magna de la emancipación de la Metrópoli'. En 1880, la conmemoración contempló izar la bandera a media asta en la Casa de Gobierno, y a las 8 de la noche una retreta fúnebre en la Plaza Catedral. La segunda ley declaró día cívico el 24 de julio, fecha de nacimiento del Libertador y la inauguración del ‘Parque Bolívar', al respecto, El Observador (20/1/1892) anotó ‘desde que tiene colocadas las bancas se ve muy concurrido, especialmente desde la cinco o seis de la tarde hasta después de las diez de la noche'.

Para rendir homenaje al IV Centenario del ‘descubrimiento' de América, en 1892, el Consejo Municipal de Panamá, aprobó la inauguración de la Biblioteca Colón, un ‘nuevo paso que tiende al progreso moral y cultura de nuestros pueblos ha tenido benévola acogida en todas las capas sociales y partidos políticas sin distinción alguna, prueba evidente de que existe en el país el deseo de seguir adelante la reforma política iniciada en los últimos seis años' y la Sociedad Escuela Literaria celebró, el 11 de octubre, una velada literaria en consideración a la fecha. Esta última conmemoración profundamente relacionada con el hispanoamericanismo, en palabras del historiador Javier Moreno Luzón ‘animaban su expansión la actitud favorable de muchos Gobiernos americanos y de los intelectuales de ambas orillas del océano Atlántico, que viajaron de un continente a otro para inspirarse y explorar las inmensas posibilidades de la comunión hispánica'. Y al activo papel de las colonias de emigrantes españoles. Si bien el estudio de las conmemoraciones requieren de una investigación rigurosa para comprender la relación que la población mantuvo con su pasado, el contexto actual —el V Centenario— favorece el debate y los aportes historiográficos deberían contribuir a la discusión y trazar líneas de investigación sobre la historia de la Ciudad de Panamá, en ‘larga duración', y así volcarse a una mirada más allá de las fronteras nacionales, como encrucijada de culturas y rutas, influencias múltiples e indagar sobre las circulaciones, conexiones e intercambios de esta privilegiada ciudad, fundada en 1519, como lo demuestran las fuentes del siglo XIX. En fin, repensar el pasado e imaginar el diseño de sociedad que anhelamos.

PROFESOR DE HISTORIA, UNIVERSIDAD DE PANAMÁ.

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