• 19/06/2013 02:00

Sistema penitenciario

Estadísticas del Sistema Nacional Penitenciario de Panamá señala que hasta el 15 de abril de 2013 la población carcelaria es de 14,626 i...

Estadísticas del Sistema Nacional Penitenciario de Panamá señala que hasta el 15 de abril de 2013 la población carcelaria es de 14,626 internos. La cifra representa una sobrepoblación de más del 50%. La capacidad de las cárceles es de 7,100 personas entre hombres y mujeres. El 70% no ha sido procesada. Según el último estudio de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, indica que las cárceles de países como Honduras, Panamá, Nicaragua, Cuba y Venezuela carecen de servicios básicos: agua, atención médica, planes laborales y educativos. La proliferación de casos de corrupción y de abusos es muy común. Ante estos resultados, el director del Sistema Penitenciario en nuestro país, señala que la actual administración ha desarrollado programas de estudios universitarios que han beneficiado a más de 2,000 reclusos; y, que 24 funcionarios han sido destituidos por actos de corrupción. En septiembre próximo estará lista la nueva cárcel para disminuir la sobrepoblación de reclusos.

La sociedad exige más vigilancia, más policías, más cárceles, más control del crimen organizado. De lo anterior deduzco que lo que se promueve es la justicia criminal más que la justicia social. Lo que interesa es controlar el crimen y aceptar el hecho de que tengamos que adjudicar grandes presupuestos para hacer frente a los altos índices de delincuencia, en una sociedad meramente capitalista. ¿Qué quiero decir con esto? Que se renuncia a la tarea de buscar las causas que derivan en la ocurrencia de delitos, los fundamentos culturales, sociales y económicos que se esconden detrás de ellos. Y, si esto es así, seguirá el hacinamiento, aunque se construyan cuantas cárceles el presupuesto permita.

Pareciera que en tiempos electorales los asuntos relacionados con el delito y el crimen, y su castigo, resurgen con fuerza en las agendas de los candidatos. Eso vende votos. Y, lo que sorprende es que los políticos alegremente importan modelos de sistemas judiciales de lugares donde el sistema de justicia no funciona. En términos de crimen y castigo, nociones absurdas, se suele tomar la vía más sencilla: las pandillas callejeras, cuyos integrantes son personas marginadas provenientes de zonas pobres causantes de diversos tipos de delitos, sumidos en sus propias realidades y lugares particulares. Esos que matan por matar, porque se les deja solos desde que nacen, el capitalismo salvaje los explota, la mala o nula escolarización, la drogadicción, el crimen organizado y la cultura del consumo los arrincona, así como la decadencia moral. Pero existe otra decadencia moral, la retórica de los políticos y la de la sociedad, que mira para el otro lado, como que si el asunto no es con ellos y no es de ellos. El asunto es de todos.

Se habla constantemente de hacinamiento, pero muchas personas desconocen que La Joya y La Joyita cuentan con un área sin utilizar de casi mil hectáreas de terreno, me imagino que parte de esta área será utilizada para la construcción de la nueva cárcel. Pero, también se podrían crear proyectos ganaderos, agrícolas, avícolas, cría de cerdos, talleres de ebanistería, y otros. Además de ayudar al interno a mantener su mente ocupada, se lograría algunos ingresos para la manutención o mejoramiento del sistema penitenciario. El interno al quedar en libertad, del dinero obtenido se le puede dar un pequeño préstamo o capital semilla, para que pueda emprender un negocio propio, siempre y cuando se le brinde asesoría técnica.

En el caso de una granja avícola, las empresas privadas productoras de pollo pondrían las galeras y pollos pequeños y del precio de la venta se descontarán en plazos incrementándose poco a poco una buena rentabilidad a favor del recluso y del centro.

Para la cría de ganado se busca la cooperación de ganaderos o Asociación Nacional de Ganaderos, para que sus integrantes con más de 500 reses donen de 1 a 5 novillas preñadas para dar inicio a un programa de crianza de ganado y siembra de pasto mejorado. Del mismo modo, con la cría de cerdos. Cultivar árboles maderables en el área perimetral del centro, para luego procesarla de forma manual para que sea utilizada en la confección de muebles en general. Las labores de ebanistería y otras actividades profesionales y manuales son de gran ayuda.

Urge hacer una clasificación científica del convicto de acuerdo al delito cometido, a los grados de seguridad, a la ubicación de los integrantes de pandillas, al grado de educación, de acuerdo a los manuales científicos de la Criminología moderna.

Es necesaria una evaluación psicológica completa y periódica sobre la persona que va a optar por el cargo de custodio. Debe ser dirigida a detectar los niveles de equilibrio y desequilibrio emocional, moral y ético; bajo este contexto se determina si el custodio es apto para el manejo de conflictos, si tiene la aptitud, y autocontrol de sus impulsos. El adiestramiento psicológico es importante, así aprende a resolver conflictos internos que se le presenten en el momento con el confinado. Además, se debe rotar al personal custodio, brindándole terapias de apoyo psicológico, puesto que puede convertirse en presa fácil de adoptar las actitudes malsanas de los internos.

En el aspecto psicosocial y mental del privado de libertad, mantenerlo ocupado evitaría los motines, las fugas, las riñas con resultados de muertes y de lesiones graves e inclusive los delitos cometidos por los propios funcionarios. A nuestro país le urge un sistema penitenciario moderno, con vocación de respeto por los derechos de los que allí cohabitan, sean estos los criminales más temidos.

ESPECIALISTA DE LA CONDUCTA HUMANA.

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