• 03/11/2022 00:00

TC-48: un misterio en Bocas del Toro

“¿Por qué una tragedia de esta magnitud es poco conocida en Panamá? Hace seis años, conocí de esta tragedia, donde poco a poco he ido estudiando e investigando, donde existen muchas interrogantes, y encontrando nuevas evidencias [...]”

Se cumplen cincuenta y siete años del mayor misterio de la aeronavegación mundial, donde la última comunicación se da sobre la provincia de Bocas del Toro.

Y es que el 3 de noviembre de 1965, despegaron dos aviones DC-4 de la Fuerza Aérea Argentina, del antiguo aeropuerto de Howard, en la antigua Zona del Canal de Panamá: El TC-48 y el T-43. A bordo iban cadetes de la Escuela Militar de Aviación, que corresponden a la promoción XXXI, que se les conoce como “el avión de los Cadetes”.

Primero despegó el T-43 y en un diferencial de 5 a 6 minutos despegó el TC-48. Su próxima parada: Aeropuerto de San Salvador. El T-43 pasó Bocas del Toro, mientras el TC-48 iba unos diez minutos detrás. Cuando el TC-48 reportó estar sobre Bocas del Toro, reportaron fuego en un motor, y cinco minutos después, otro motor apagado, y se corta la comunicación, teniendo problemas en dos de sus cuatro motores. Dante Pedrotti, unos de los cadetes que iban a bordo del T-43 y que estaba en su práctica al frente de la radio del T-43, recibió la urgencia, inmediatamente lo envían a la parte de atrás a informar al brigadier Andrada, que era el director de la Escuela, y este, inmediatamente va a la cabina. Pedroti, en una entrevista desde Argentina me dice “que el radio operador del TC-48 informó que el último mensaje fue “nos aprestamos a amerizar”.

La torre de control de Managua captó la emergencia y ya no se escuchó nada más del TC-48. El operador de Managua se comunicó con el T-43, informando “que el TC-48, un avión de ustedes que vienen atrás, tiene una emergencia” y les indicó que regresen a ver qué pasaba, pero el T-43 no regresó y continuó su viaje a El Salvador, donde a los cadetes se les mantuvo alejado de lo que acontecía.

Esa mañana, había mucho aguacero y el tiempo era malísimo, con mucha turbulencia.

¿Por qué una tragedia de esta magnitud es poco conocida en Panamá?

Hace seis años, conocí de esta tragedia, donde poco a poco he ido estudiando e investigando, donde existen muchas interrogantes, y encontrando nuevas evidencias y donde nos ha llevado a investigar y recorrer Bocas del Toro en la búsqueda del “Tango Charlie”, donde hemos dado a conocer el accidente en diarios de Panamá y la Argentina, y detalles que llaman la atención. Abordo iban sesenta y ocho personas, de las cuales cincuenta y cuatro eran cadetes, -53 argentinos y un peruano- muchachos de veintidós años.

Atribuyo a que por ser el 3 de Noviembre, día de fiestas patrias y para la fecha del accidente (1965), la televisión recién había llegado a Bocas del Toro, por lo que sus habitantes estaban celebrando las festividades.

Llama la atención el comportamiento periodístico, ya que existen pocas noticias para el mes de noviembre sobre el accidente en Panamá.

Cuando tratamos de obtener información en Panamá y Bocas del Toro -si bien no es hasta 1970 que se establecieron torres de control en Bocas del Toro-, observamos que Aeronáutica Civil no tiene archivos de dicho evento.

También observamos que inicialmente el capitán Juan Tomilchenko y Ricardo Becerra, ambos argentinos, inicialmente llegaron a Bocas del Toro a investigar, por su hipótesis de que el avión se había impactado en el mar, pero posteriormente cambiaron su posición a que cayó en las montañas del Talamanca, en Costa Rica, donde se han levantado leyendas de que el mismo cayó en una zona indígena y que un indio llamado Porfirio maldijo para que no se encontrara el mismo y lo que ha llevado a familiares de los cadetes a recoger fondos para viajar a Costa Rica, a buscar el avión por más de cincuenta años, hasta que recientemente, en el último viaje, han señalado que no regresarán más hasta no tener algún indicio de que cayó en tierra. Curioso que en Costa Rica no existe investigación que señale que cayó en Talamanca.

Por parte de Panamá, a través del capitán de la Guardia Nacional, Pantaleón Henríquez, radioaficionado, tuvo una participación activa en la comunicación con los familiares durante esos momentos iniciales del accidente.

¿Qué razón me lleva a concluir que están en aguas bocatoreñas?

La última comunicación fue sobre Bocas del Toro, en Almirante encontré una señora, hoy de 70 años, pero para ese 3 de noviembre tenía doce años y estaba en VI grado, y su padre la había dejado en la Escuela de Loma Partida, para continuar a su trabajo y recogerla al regreso. Alrededor de las 7:30 a. m., cuando llegaron cuatro estudiantes de Tierra Oscura, informaron ver caer al mar una bola de fuego, la cual reportaron.

La Fuerza Aérea de Estados Unidos, concluyó que impactó en el mar. Cadetes del T-43, han regresado a Bocas del Toro a rendirle tributo en el mar a sus compañeros, una delegación de la Fuerza Aérea Argentina vino a Bocas del Toro en 1970. Recién estuve en Tierra Oscura, y tres personas de avanzada edad, recuerdan la explosión en esa área.

Seguiremos buscando el Tango Charlie en Bocas del Toro y así ponerle punto final a la leyenda de “Los Cadetes”.

Exinvestigador de la Comisión de la Verdad.
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