Más de 5.000 personas, según la policía, y alrededor de 10.000, según los sindicatos, se manifestaron este lunes en Bruselas para pedir a las autoridades...
- 27/05/2014 02:00
De tranques
En agosto el año pasado publiqué un artículo bajo el título ‘Tranques, ahora y siempre’, donde expresaba mi opinión de que la terminación de las grandes obras de infraestructura vial en la capital no acabarían con el problema de los tranques como se nos hacía entender y como van las cosas no me equivoqué. Los tranques continúan, El tráfico en la ciudad continúa siendo pesado, aunque mejor en ciertas horas y en ciertos tramos, pero no visualizo el fin de los tranques por los mismos motivos que expresé en mi artículo original. Hoy me tomo la libertad de repetir algunos de mis comentarios por considerar que siguen siendo apropiados.
Decía en esa ocasión: ‘Cada día que pasa más me convenzo de que la terminación de las múltiples obras en la Ciudad de Panama, públicas y privadas, no necesariamente significarán el final de los tranques como todos anhelábamos. La razón es simple, la principal causa de los tranques somos nosotros mismos con nuestro manejo indisciplinado, falto de cortesía y respeto al derecho de vía de los demás, que unidos a la actitud complaciente de las autoridades, da como resultado una ausencia de temor a las consecuencias, porque realmente no las hay. Se requerirá un esfuerzo más que titánico para cambiar nuestra cultura de manejo y lograr un mejor flujo vehicular. Estimo, estamos muy lejos de alcanzar ese objetivo. Es más, no veo ningún esfuerzo en esa dirección. Al final, como hoy veo las cosas, visualizo que habrá tranques ‘pa’ rato’.
Continuaba: ‘Seamos sinceros con nosotros mismos, carecemos de educación vial, Somos agresivos, groseros, sobre todo, no respetamos el derecho a vía de otros conductores. En nuestra actitud de conductor, prevalece el ‘juego vivo’; ‘voy por fuera’ y ‘el que parpadea pierde’.
‘En términos de crear problemas de flujo vehicular y tranques somos nuestros propios enemigos. La falta de cortesía en el manejo es abismal. Nos guiamos bajo el principio ‘primero yo y el que viene atrás que se joda’. Los ejemplos sobran...’.
‘Otra de las causas principales de los tranques es la práctica de bloquear las intersecciones cuando el tráfico es lento, haciendo caso omiso a los cambios de luz en los semáforos… No importa cuántas líneas de color pintan las autoridades en la superficie de las calles para indicar que esas intersecciones deben quedar libre de autos al cambio de las luces de los semáforos, los conductores no respetamos esa norma’.
…‘Tampoco respetamos las luces ámbar, que universalmente anticipan el cambio a la luz roja e indican que el conductor debe detener su marcha para dar derecho de vía al conductor que recibe la luz verde. La práctica aquí no es hacer una pausa, todo lo contrario, acelerar, aun tarde cuando la luz ha cambiado a roja. Igual he visto esto suceder ante la mirada impasible de las autoridades’.
Es cierto que las obras han introducido las rotondas, que son estructuras probadas de agilización de tráfico pues eliminan semáforos (las he visto funcionar en ciudades tan distintas como París y Puerto España, Trinidad), aquí sucede todo lo contrario, causan tranques. Si no me creen pasen por la intersección vía Brasil-vía Israel en horas pico. Sencillamente, no nos enseñaron a usarlas, respetamos la regla de ceder el paso antes de ingresar, como también ignoramos nuestro comportamiento al conducir una vez en giro dentro de la rotonda.
En fin, sumemos los taxis, los metros, los ‘diablo rojo’ (cada día veo más), el cruce peligroso de peatones, muchas veces inesperado y el incremento sinfín del número de vehículos en circulación y la ausencia de áreas públicas de estacionamiento y continuamos con lo elementos de un comportamiento vial desordenado. Tampoco estoy convencido que el Metro contribuirá significativamente a solucionar el problema, continúo opinando que mientras no adquiramos una rígida educación vial, tendremos tranque ‘pa’rato’.
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