• 10/11/2020 00:00

La tumba hombre

Georges Simenon, escritor belga, es considerado uno de los grandes narradores del siglo XX. De sus 117 novelas, 76 son policíacas y en ellas el célebre comisario Maigret es protagonista de una saga extraordinaria.

Georges Simenon, escritor belga, es considerado uno de los grandes narradores del siglo XX. De sus 117 novelas, 76 son policíacas y en ellas el célebre comisario Maigret es protagonista de una saga extraordinaria.

Barrio Negro es una novela atípica en el conjunto literario de Georges Simenon, se ambienta en Panamá. Con prosa impregnada de contrapuntos introduce, con armonía conceptual, suspicaces metáforas y sutiles descripciones del entorno humano y geográfico. Además, con destellos poéticos, complementa imágenes singulares de la naciente república del canal ístmico.

Georges Simenon capta con agudeza psicológica una época que se caracteriza por los prejuicios raciales y sociales. La zona canalera, con su odiosa alambrada, patentiza grotescamente la discriminación hacia una multitud de etnias y culturas diferentes a la del arrogante opresor.

Allí, en la zona del canal, los estadounidenses se sienten como si ese territorio fuese suyo, con leyes de los estados sureños y con privilegios desconocidos en su propio país. Ignoraban a la gente de Panamá, a la selva virgen y a las montañas apocalípticas de la América del Sur.

En este instante de absurdos, un joven matrimonio francés, de paso al Ecuador, queda anclado en Panamá. Son los tiempos dorados del Hotel Washington y del Club Náutico de Colón, del Hotel Central y de los famosos cabarés de la Plaza Cinco de Mayo en Panamá. Es el tiempo de los tranvías y de los coches de caballos en el exótico país. Frente a esa opulencia efímera se alzan los barrios marginales, tristes y sucios del Marañón y Calidonia, allí todo olía a negro.

Georges Simenon pinta con pinceladas irónicas la hipocresía de los arribistas que vienen a hacer fortuna al Istmo. Germaine y Joseph Dupuche son absorbidos por un trópico infernal, una nueva geografía les penetra la piel y a cada minuto sus cuerpos se maravillan con hechos y gestos inéditos. Un concierto de ruidos nuevos rompe los lazos de una unión que se creía eterna. El desamor de Germaine los separa y Joseph, en un doloroso encuentro consigo mismo, descubre el ámbito de lo mágico en una sensación de plena libertad.

Joseph sueña con la playita de Colón, entre la hierba y la arena gris, solo desea mirar al mar en esa bahía de Limón, donde nacen estrellas silenciosas. Y, en un desafío sin precedentes, es el único francés que se exhibe con una negra. La diosa de ébano mide seis pies, el cuerpo es monumental, es conocida como la tumba hombre. El francés se enamora, la seducción es total. Josep se siente un hombre libre de prejuicios.

Georges Simenon, con Barrio Negro, nos conmueve, tal como lo hizo con El viajero del día de todos los santos, Los hermanos Rico y El hombre que miraba pasar los trenes.

Panamá es tierra que fecunda la literatura universal, tal como lo vimos con Kafka y Neruda, y ahora con el premio Nobel del escritor francés Jean-Marie Gustave Le Clézio.

Recomiendo leer en La metáfora de los espejos de Ricardo Arturo Ríos Torres las reseñas sobre Kafka y Neruda, pueden consultar la obra en la Biblioteca Nacional.

Nota: Barrio Negro está incluida en Éxtasis, locura poética y narrativa de Sir Richard Brooks. Está en la Biblioteca Nacional. Quedan algunos ejemplares RibaS.

Referencia Bibliográfica: Simenon Georges. Barrio Negro/Barcelona: Tusquets. 2001. 165 p.

Dedicado a Aristides Royo, apasionado lector de Georges Simenon.

Historiador, docente, escritor.
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