• 21/03/2015 01:00

Trascendencia histórica en la "U" por una patita de puerco

Yo mismo prepararé las patitas de puerco para brindar con siete latas de chicha hervetona de ‘máiz’ calilla

¡Miren cómo son las cosas!, por no saludar al Sr. Presidente de la República, mientras hacia su travesía por la ave. Central, rumbo al Palacio de Las Garzas fue botado de su puesto el rector de la Universidad de Panamá, Dr. Felipe Juan Escobar. Esto fue bajo la presidencia del Sr. Ricardo A. De La Guardia, en octubre de 1943. Los comentaristas radiales de la época dijeron que el doctor estaba muy concentrado chupándose los dedos mientras degustaba unas patitas de puerco, no aclaran si era en forma de ‘saos’, o patitas de puerco con garbanzo y un buen punto de achiote.

Esta actitud de ‘Ud. no sabe quién soy yo’, produjo una huelga de universitarios de Padre y Señor nuestro que duró 26 días, que trajo como consecuencia histórica reconocer el principio de la autonomía universitaria, propuesta por el papá de mi amigo Vladimir Ilich de La Rosa, Lic. Diógenes de La Rosa, a quien le agradezco una advertencia amigable que me hizo en el Paraninfo Universitario, antes de una conferencia que iba a dictar: ‘Julio, si Ud. quiere dejar el machete, lea 40 páginas de cualquier libro todos los días, antes de acostarse’.

Y por esa costumbre que me impuso el gran patriota Diógenes de La Rosa, es que antenoche me vi atrapado en el libro de Carlos Calzadilla G., Historia sincera de la República. Este es un libro que deben leer todos los sapos de Panamá, principalmente los anfibios atornillados en lo que llamábamos la ‘primera casa de estudios’. Y es que la Universidad de Panamá obtuvo la autonomía mediante una lucha digna y ejemplarizante. Si leen al finado Calzadilla se darán cuenta de que el laberinto universitario de hoy no le queda en las cutarras a lo que era la Universidad de Panamá antes de la llegada del actual rector ni tampoco fue por lo que lucharon aquellos estudiantes como: Ernesto Castillero Pimentel, Benigno Argote, Federico Velásquez, Vicente Meneses, María Jilma de Obaldía, Elvia Chávez, personalidades todas que aparecen en el libro de Carlos Calzadilla junto con otras más.

El Dr. Arnulfo Arias destituyó nada menos que al insigne rector Octavio Méndez Pereira en 1940, por capricho me imagino, el Dr. Ricardo A. De La Guardia botó al rector Dr. Felipe Juan Escobar, porque prefirió el gustito de las patitas de puerco que saludarlo, claro no había Autonomía Universitaria. Ahora ningún presidente puede destituir al llamado ‘magnifico’, pero desde Cerro Marta veré cómo el pueblo, que es soberano, arreglará por ley el entuerto universitario de hoy, de manera que no haya trepadores de ninguna pelambre que se escuden en la autonomía hasta para estar por encima de los poderes del Estado y convertir la casa de estudios en un patio de gallina mal cuidado.

Yo mismo prepararé las patitas de puerco para brindar con siete latas de chicha hervetona de ‘máiz’ calilla, que por acá, por estas alturas de Cerro Marta y Juan Julio, siembran pa’ los gallos de pelea.

ESCRITOR COSTUMBRISTA.

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