• 24/06/2016 02:00

‘La religión que unió a los panameños'

No estamos seguros de cuán religioso fuera realmente el general Torrijos

El general Omar Torrijos Herrera, forjador y artífice final de los Tratados Torrijos-Carter con los cuales se logró la recuperación del Canal de Panamá, solía decir que dicho objetivo se había logrado gracias al alpinismo generacional de miles de panameños que a lo largo de casi un siglo habían regado con su sudor y sangre el suelo patrio por alcanzarlo. De igual manera, afirmaba que ese objetivo era la religión que unía a la nación panameña.

No estamos seguros de cuán religioso fuera realmente el general Torrijos. De lo que sí tenemos la certeza es de que, desde que inició su peregrinar en lo que se llamó El Proceso Revolucionario , tuvo en mente su misión principal: la descolonización soberana de la llamada Zona del Canal y recuperar el Canal para el pueblo panameño. También, lograr la salida de las fuerzas militares estadounidenses de nuestro territorio, además de procurar unir y reivindicar a las masas desposeídas de nuestro país.

Ciertamente pretender otorgarle exclusivamente al general Torrijos el patrimonio de la recuperación canalera, como algunos pretenden, es excluir de la historia las luchas del pueblo panameño por derogar el Tratado de 1903: la gesta inquilinaria de 1925; el rechazo de los Tratados Filós-Hines de 1947; la siembra de banderas de 1958; la epopeya del 9 de Enero de 1964; el rechazo de los Tratados Robles-Johnson de 1967, así como olvidar la sangre vertida de tantos panameños por la Soberanía y el Canal de Panamá.

No obstante, debemos reconocer que gracias a los Tratados Torrijos-Carter, logrados por el general con el apoyo de la comunidad internacional y del presidente estadounidense Jimmy Carter, fue posible alcanzar ese gran objetivo, sin olvidar a los hombres y mujeres que hicieron posible su construcción hace más de 100 años.

El próximo domingo 26 de junio se llevará a cabo el acto inaugural de la Ampliación del Canal de Panamá luego de 10 años desde que mayoritariamente el pueblo aprobó, mediante un Referéndum ordenado por el Título XV en la Constitución Política, realizar la magna obra de construir un tercer juego de esclusas en el Canal. Omitir ahora que el presidente Martín Torrijos Espino fue el principal impulsador de tan monumental obra, es desconocer también los aportes de los presidentes Ricardo Martinelli Berrocal en su continuación y de Juan Carlos Varela en la culminación exitosa de esa magnífica obra de Estado.

También corresponde reconocer a los negociadores de los Tratados y a aquellos que con su esfuerzo condujeron y administraron 23 años de transición desde 1977, cuando se firmaron en la sede de la OEA en Washington y le dieron vida al triunfo que celebramos el 31 de diciembre de 1999. Entre ellos destacan Rómulo Escobar Bethancourt, Gabriel Lewis Galindo, Aristides Royo, Nicolás Ardito Barletta, Adolfo Ahumada, entre otros. Y los que desempeñaron el cargo de administrador del Canal, como Fernando Manfredo, Gilberto Guardia Fábrega, Alberto Alemán Zubieta y actualmente Jorge Luis Quijano, sobre cuyas espaldas recayeron las más complejas decisiones sobre la ampliación. Así mismo, los que participaron como miembros de la Autoridad de la Región Interoceánica (ARI) y de la Junta Directiva del Canal.

Y cómo no distinguir a los que fungimos como directores ejecutivos de la Dirección Ejecutiva para Asuntos del Tratado del Canal de Panamá (DEPAT); los que conformamos los organismos binacionales Comité Consultivo, Junta Combinada y Comité Conjunto. En ellos defendimos a capa y espada los intereses y objetivos panameños en el Canal, frente a las pretensiones civiles y militares de los Estados Unidos de extender su presencia militar aquí. También a los que nos tocó luchar por la inconclusa descontaminación ambiental de las áreas que revirtieron a Panamá.

Dos instrumentos jurídicos, uno constitucional y otro legal dan sustento y contenido al evento que conmemoramos el 26 de junio. El referéndum de 2006 y la Ley 19 de 1997 que organizó la Autoridad del Canal de Panamá, responsable de la ampliación que se inaugura. Gobierno y oposición, las fuerzas políticas y de la sociedad civil alcanzaron los consensos históricos necesarios al congregar, nuevamente, a todos los panameños alrededor de la religión que nos une: ¡Nuestro Canal!

Después de tantos esfuerzos por culminar esta grandiosa obra de ampliación, ha llegado la hora de hacer efectivo aquel contundente planteamiento del general Torrijos al afirmar que había que dar al Canal de Panamá y sus áreas revertidas ‘el mayor uso colectivo posible '. Eso sigue siendo una deuda pendiente con las generaciones que le siguieron. Ojalá finalmente se cumpla.

ABOGADO

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