• 21/12/2015 01:00

Invasión de EE.UU. a Panamá, violación de los derechos humanos

A 26 años de la invasión, los mártires reclaman que el día 20 de diciembre sea considerado como día de ‘Duelo Nacional'

Hace ya 26 años de la cobarde invasión norteamericana a Panamá. La presidencia norteamericana representada por George Bush quedará en la historia nacional, cual Hitler en la historia mundial.

George Bush, ex director de la CIA y, posteriormente, presidente de Estados Unidos, era un amigo de Manuel Antonio Noriega y favorecedor de su promoción a lo interno de la Guardia Nacional.

La corrupción del régimen militar encabezado por Manuel Noriega, mantuvo el acceso al poder económico a los empresarios, especialmente los relacionados con la cúpula militar, quienes también abusaron del pueblo panameño. Este abuso es histórico, primero desde comienzos de la República, utilizaron a los militares para someter y explotar a la sociedad panameña. Posteriormente, los militares toman el poder, cuando la pugna interburguesa se agudiza a finales de los años 60, como resultado de la pugna por el modelo o estilo de desarrollo dominante. Omar Torrijos se decanta por el modelo de servicios, llamado la Plataforma Transnacional de Servicios (PTS), que el tecnócrata Nicolás Ardito Barletta, proveniente de las juventudes liberales, contribuye a configurar.

En la actualidad, el modelo extranjerizante propulsado por esa tecnocracia, tiende a concentrar cada vez más el ingreso. La colaboración de administradores del Estado que estuvieron de 1990 hasta 2014, y que al inicio apoyaron el desmontaje del torrijismo con la excusa de las privatizaciones de empresas emblemáticas como Intel, IRHE, Cemento Bayano, Air Panamá, Casinos Nacionales, entre otros. Esto en una coyuntura donde las empresas estatales generaban valor público al Estado, y en consecuencia a la sociedad.

Permitieron la ruptura del modelo solidario de seguridad social en un momento en que crecía la economía, y que pudo resolver el problema de fondos del IVM. Con grupos industriales pusilánimes que vendieron sus empresas a empresarios suramericanos, para convertirse en importadores.

Todo esto contribuye a concentrar más el ingreso en el país, y poner en vigencia sus modelos de ostentación (Barriadas exclusivas, Centros Comerciales y Clubes), que en sus contextos han generado violencia. Con algunos casos de inmigrantes que muestran desprecio a los panameños, y que traen a nuestra realidad, prácticas de racismo, discriminación y exclusión social.

La invasión norteamericana a Panamá causó un profundo trauma a la sociedad panameña que no ha sido superado. La modernidad del país convive con un creciente deterioro social y pobreza. El aumento de la violencia armada en las comunidades, la proliferación de ‘guettos' en las ciudades terminales de Panamá y Colón. La precarización de los estratos sociales más pobres, acompañados de la inseguridad ciudadana.

Chomsky destaca: ‘…el 10 por 100 de una población de 2,4 millones de personas había mencionado que un buen amigo o un pariente habían muerto (23 por 100, muertos o heridos)…La falta de interés por el coste en vidas civiles fue compartido por el Congreso. El 1 de febrero, la Cámara de Representantes aprobó una resolución, la 389-26, alabando a Bush por su gestión de la invasión y expresando su tristeza por la pérdida de 23 vidas norteamericanas, informó AP'.

Después de veintiséis años de la infame invasión, los mártires reclaman que el día 20 de diciembre sea considerado como día de ‘Duelo Nacional'. Que sean reconocidos los héroes y mártires que defendieron la Soberanía Nacional. Qué los familiares de los mártires sean indemnizados. Que la Invasión norteamericana a Panamá, sea registrada en la historia como la más reciente y cruel violación de los Derechos Humanos en Panamá, sólo comparable a los asesinatos realizados por soldados norteamericanos y la violación a la soberanía nacional del 9, 10 y 11 de enero de 1964.

ECONOMISTA

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