• 20/04/2015 02:00

Sr. presidente Varela: ¿Será diferente esta vez?

Cada cinco años nos hacemos esta pregunta y cinco años después quedamos frustrados sobre todo en lo que respecta a corrupción.

Cada cinco años nos hacemos esta pregunta y cinco años después quedamos frustrados sobre todo en lo que respecta a corrupción, solo con un grito en los labios ¡aquí en Panamá no pasa nada! ¿Será que ahora sí? Pareciera que hay un cambio (veremos).

Creo que no deben preocuparle las críticas de lentitud en el actuar, ya que es preferible ser lento y seguro que apurados, haciendo el ridículo después, al tener que retractarse por irreflexivo.

Hace años se escuchó un chiste político en la radio, que en una transmisión de la Asamblea Nacional decían: ‘Corrupto, tránsfuga, ignorante y cuando alguien preguntó: ¿por qué se insultan así?'. Le respondieron ‘no se están insultando, ¡es que están pasado lista!'.

Sería irresponsable verlo como un chiste y no captar la magnitud y profundidad de un mensaje que es el sentir de un pueblo indefenso que lo único que le queda es burlarse de sí mismo. El peligro está en ¿hasta cuándo?

También es pública una opinión, no recuerdo si la encuesta, que mostraba que la Corte, la Asamblea, los sindicatos y los partidos políticos estaban en un empate técnico en lo que respectaba a desprestigio y falta de credibilidad, y nos preguntamos: ¿Qué resultados nos arrojaría hoy? ¿Será que cambiamos un general corrupto por una ‘general corrupción'?

Esto será así mientras la Asamblea produzca leyes para su propia protección (leyes blindadas) y a la vez también sea quien juzgue a la Corte y la Corte a ella. ¿Qué creen que sucederá en el futuro? Todo esto nos lleva a dos salidas: ¡imprimir valores en las escuelas! Y ¡la constituyente! (pero con personas honestas y muy calificadas).

Tenemos una imagen tan deteriorada que nos dicen a diario: ‘No es que en Panamá la justicia tiene los ojos vendados, ¡es que da vergüenza mirarnos!, o lo que es peor, que es tuerta y solo mira a los enemigos y nunca a los amigos'. Señor presidente, verifique que cuando le digan cuánto es 2+2 sea 4 y no 2 para ti y 2 para mí. Seguro que se lo propondrán (si ya no lo han hecho).

Creo, no obstante, que usted es una persona honesta por tradición familiar y convicción religiosa y no caerá en esto. (Evite mañana un ‘¡te lo dije!').

Le deseamos suerte, porque la va a necesitar, pues se lo podría tragar (¿Engullir?) un sistema compuesto por algunos ‘amigos', consejeros ingenuos Torpes, ineptos, pero muy hábiles en otros ‘MENESTERES'. Ojalá pueda usted encontrarlos entre los muchos buenos que seguramente existen antes que el Poder trate de corromperlos. Usted estuvo dos años dentro del monstruo y supo cómo manejarlo. No tiene excusas.

Señor presidente Varela: Grandes expectativas recaen sobre usted. Muchos temen que quizá sea nuestra última oportunidad antes de que surja un Chávez. Por ello, si no se pone duro, abre muy bien los ojos, cierra muy bien el bolsillo y se encomienda a Dios y a toda su corte celestial y hasta al Opus Dei, ¡que Dios nos coja confesados!

ABOGADO Y EXDIPLOMÁTICO.

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