• 22/10/2015 02:00

Filosofía de vida

El sendero por el cual caminamos en la vida brinda experiencias que nos van formando, buenas enseñanzas

El sendero por el cual caminamos en la vida brinda experiencias que nos van formando, buenas enseñanzas para no cometer errores, quizá se cometan nuevos traspiés; ningún día se parece a otro y así mismo va la vida de cada quien en el aspecto personal, profesional y amoroso.

El abrigar la esperanza de mejores días, de felicidad es lo que debe guiarnos, y se lo digo estimado lector, porque, como ser humano con virtudes y defectos, he tenido bajas emocionales, pero me digo a mí mismo que todo pasa para bien por la enseñanza; un obstáculo o problema siempre brinda algo nuevo que aprender, aunque en el momento nos angustiemos y sintamos que nos invade la confusión por lo impredecible que es la vida.

¿Quiénes no hemos tenido un problema familiar o una diferencia con amistades y conocidos? En ese momento la energía y nuestra atención se enfoca en eso, y al cabo de unos días o meses se resuelve y de ahí se va buscando cómo no caer en la misma situación, qué decir en el aspecto profesional y laboral, donde hay un sinnúmero de personas con actitudes, formación y valores distintos a los nuestros, elementos que nutren positiva y negativamente dependiendo de las circunstancias y ni hablar de la vida amorosa, de relaciones donde el razonamiento y emociones se entrelazan en gustos, planes y sentimientos.

Cada momento de nuestra vida debemos vivirlo, disfrutarlo y no permitir que nada ni nadie socave nuestra felicidad, nuestras metas, sueños y todo lo bueno y bello que podamos crear para nosotros y quienes nos rodean, pues la vida es corta y el tiempo pasa muy rápido. Cada uno de nosotros sentado en la tranquilidad de la casa, en un restaurante o café puede simplemente cerrar los ojos y traer recuerdos de la niñez; de la adolescencia, tales como el primer beso, la primera cita, el baile de graduación; qué decir del primer trabajo, universidad, etc.; y al abrir los ojos sigue sentado, en nuestra memoria están los recuerdos que atesoramos para sentirnos bien y otros para ser precavidos.

Si procuramos hacer que nuestra vida gire en torno a malos momentos, resentimientos, tristezas, no estamos aportando grandes cosas a nuestro tiempo y salud mental; por supuesto que no hay que ser irresponsables, pero creo que debemos ser prácticos, todo problema tiene solución y si no la tiene, pues se archiva o desecha. Siempre tenga buenas y sanas intenciones en lo que haga o diga, pues eso revierte en éxitos y bendiciones, y ame, amar es la mejor filosofía de la vida y de Dios.

ADMINISTRADOR DE EMPRESAS.

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