El Metro de Panamá detalló que la construcción de la Línea 3 cuenta con un avance del 75%. Aunque aún no se conoce una fecha para la terminación de la...
Aunque se ha registrado una leve disminución del flujo de migrantes irregulares por el Darién, esto no debe interpretarse como una señal de que el problema va a decrecer. Panamá es uno de los países que más dificultades ha tenido para enfrentar la crisis humanitaria desatada en la frontera colombiana y el trabajo de desplegar una política de seguridad firme junto a un irrestricto respeto a los derechos humanos. Las recientes amenazas de Donald Trump, cuyo país es uno de los más beneficiados de que a Panamá le vaya bien con la migración, plantea el reto de articular una estrategia fronteriza que no gire exclusivamente en los fondos de Washington. El Gobierno debe anticiparse y contemplar alianzas con otros países que impliquen el desembolso de dinero por parte de los Estados vecinos, incluyendo a las naciones que generan migrantes. No es correcto ni viable que nuestro país asuma toda la responsabilidad de una tragedia que es regional y mundial. Cualquier propuesta fronteriza ante la crisis migratoria tiene que tener como prioridad a Panamá y la defensa de los derechos humanos, no los intereses de otros Estados.