Celebración sin excesos

Ya hemos —los panameños— demostrado que aquello de que ‘solo los carnavales nos los tomamos en serio’, no es verdad. Otras muchas e importantes actividades cuentan con la atención y el concurso de la población. Sin embargo, cierto es que estas fiestas carnestolendas convocan a los nacionales de manera especial y la afluencia hacia el interior del país es masiva. Por lo cual, siempre es oportuno redoblar las medidas de seguridad y los llamados a la población para que adecúe su actuar a la compostura correspondiente. Ante tantas noticias desagradables, las celebraciones son justas y necesarias, pero al mismo tiempo la responsabilidad para que no haya nada que lamentar y el retorno sea tranquilo y feliz. A las autoridades les corresponde otro tanto, cumplir con su deber y reforzar todas las acciones para que impere la seguridad y el buen desenvolvimiento de las fiestas. A los medios de comunicación, un llamado especial, que sepamos desempeñar nuestro papel para informar a la comunidad del acontecer, respetando la dignidad humana en todo momento. En fin, muy bien que, por cuatro días, reine el dios Momo, pero que en todo momento la celebración se dé con respeto y sin excesos.