• 27/07/2019 02:00

Nacionalismos ilógicos

 Son ejemplos reales que los panameños debemos mirar con seriedad. ¡Así de simple!

Muchos líderes políticos optan por unos nacionalismos ilógicos que, lejos de ayudar a sus países, terminan sumiéndolos en las más absurdas pobrezas. El ejemplo más reciente es el chavismo que —so pretexto de ayudar a los pobres de su país— terminó volviendo a toda Venezuela en un país hostil que ha obligado a su propia gente a migrar. Cuba siempre se queja de que su situación es producto del bloqueo que le tiene Estados Unidos, pero hace poco para ella misma aperturarse al mundo, permitir la libre empresa, la libertad de expresión, etc. Panamá no está para cerrarse, por el contrario, tiene que abrirse mucho más. Necesita liberar profesiones hoy protegidas en un nacionalismo ilógico que termina afectando a los propios panameños. Lo irónico de esta situación es que los Estados Unidos de Trump está cerrándose, mientras que la cerrada China se abre al mundo y el resultado es palpable. Cierto es que hay que regular la migración, pero no podemos caminar a los nacionalismos absurdos. Singapur, un país que siempre salta a la palestra, lo entendió muy bien. El cuarenta por ciento de su población es extranjera, personas altamente calificadas que hoy ayudan a ese país a ser una verdadera potencia económica. En pocas palabras, el nacionalismo nos lleva al ejemplo hoy de Venezuela; la apertura nos lleva hacia el desarrollo de Singapur. Son ejemplos reales que los panameños debemos mirar con seriedad. ¡Así de simple!

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