Privacidad de las comunicaciones

Si hay normas que deben revisarse para mejorar su redacción, a la hora de una Constituyente o reforma constitucional, son las relacionadas al derecho de privacidad de todo tipo de comunicaciones. Esto no es solo un derecho constitucional, sino un derecho inherente a nuestra condición de seres humanos.

Bajo ninguna circunstancia puede espiarse a los ciudadanos. Los procedimientos para obtener ese tipo de información están bien regulados y conllevan la participación de las autoridades competentes —los tribunales—.

Sin embargo, durante la administración Martinelli muchos fueron los señalamientos que denunciaban escuchas telefónicas ilícitas. Ahora, es el expresidente quien, a través de las redes sociales, se queja, señalando que está ‘pinchado’. Este no es un asunto de esos que para unos es bueno y para otros malo. Se requiere total transparencia y claridad.

El presidente Juan Carlos Varela ha sido categórico, en varias ocasiones, en señalar que no permitirá esas prácticas. Ahora, ha llegado el momento —desde el Gobierno— de enviar los mensajes correctos, hablar claro y prohibir cualquier tipo de gestión o institución que se dedique a estos menesteres, sin el debido proceso. Porque los ciudadanos tienen el derecho a vivir sin siquiera la percepción de que son escuchados, leídos o grabados en sus comunicaciones privadas.