Prolija investigación

La proliferación de vallas publicitarias en la capital ya desborda el nivel de tolerancia. ¿Cómo puede haber ocurrido esto en las narices de los gobernantes? Ahora se sabe que las propias autoridades modificaron las reglas para permitir la instalación de estas vallas. Por un lado, el ex ministro de Obras Públicas, Benjamín Colamarco autorizó la instalación de vallas en los pasos peatonales sin importarle la inseguridad que esto provocaría para los transeúntes y, por el otro, un alcalde encargado que aprovecha la oportunidad y reforma un decreto del alcalde en propiedad para que se instalen vallas en una autopista que cruza precisamente un parque nacional. Estos dos hechos merecen una prolija investigación, porque todo indica que hay gato encerrado.