Panamá puede entrar al mundo desarrollado en poco tiempo. Tenemos una población muy pequeña, pero con un espacio geográfico extraordinario. El desarrollo no es solo que Panamá eduque a toda su población, sino que tiene que abrirse al talento de otros lares. Singapur es un ejemplo, donde poco más del 40 por ciento de su población es extranjera. No quiere decir que abramos la frontera para que entre cualquiera; necesitamos gente con talento, científicos, emprendedores, etc. Este espacio geográfico extraordinario tenemos que explotarlo con gran audacia y desde aquí producir para enviar al extranjero. Desde aquí conectar los mercados. Panamá puede ser un polo de desarrollo inmenso y generar trabajos bien remunerados. Hay que construir ese nuevo país alejado de listas negras y grises; de mafiosos que se escudan en la protección gubernamental para mantener monopolios y oligopolios; de gente parasitaria que solo espera subsidios gubernamentales y no mover un dedo… Hay que sacudirse de todos esos políticos que llegan al poder a ver cómo se enriquecen. Es todo un cambio y por eso es necesario romper las barreras que obstaculizan el progreso. Desde medios de comunicación usan información para el chantaje, como gremios que disparan cual gatillero del oeste. Hay que romper las barreras que obstaculizan el desarrollo de Panamá. ¡Así de simple!

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