• 17/02/2017 01:00

Entusiasmo

La noche anterior al inicio de clases era una noche de poco sueño

La noche anterior al inicio de clases era una noche de poco sueño. No tener uniforme nuevo, ni zapatos (solo unos cuantos cuadernos), no mellaba aquella ilusión de volver a clases. Sabía que en aquel lugar estaba el futuro. Sabía que mientras más tiempo dedicaba a las labores educativas mayores serían las probabilidades de salir de la pobreza. Sabía que el maestro traería mucho conocimiento que transmitir en aquella jornada que terminaba a la una de la tarde y seguía en casa antes de que oscureciera porque estudiar con vela era dificultoso. Hoy, las cosas han cambiado. Se pone demasiado énfasis en los contras, y se pasan por alto los pros. Por ejemplo, los propios padres deben organizar jornadas de limpieza, no trabajos de construcción, de las escuelas para que los niños se motiven y den lo mejor de ellos.

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