Cordura y Diálogo

Anadie le conviene que la crisis de Bocas del Toro se extienda a todo el país. Es imperativo que gobierno y sociedad entren en un diálogo para retomar la calma. Igualmente, es urgente que las dirigencias políticas y sindicales apacigüen a sus huestes para evitar que el conflicto entre en una vorágine de la que no podamos salir fácilmente. Es obvio que la coyuntura es aprovechada políticamente. Panamá es un país que está en franco crecimiento y flaco favor le hacemos con conflictos como el actual. El gobierno debe tomar la iniciativa y cambiar su manejo. El diálogo es necesario en todo sentido. Hay decisiones de Estado, lo que significa que requiere del concurso de todos. No tiene sentido decidir unilateralmente. Y si una decisión no logra su objetivo, es prudente rectificar. Eso es gobernar con prudencia e inteligencia. Ojalá las partes comprendan que con el conflicto y los enfrentamientos nadie gana.