Reunión suspicaz

El viaje del presidente, Ricardo Martinelli a Honduras ha causado no solo sorpresa por el hecho de que no fue anunciado ni se informó públicamente su porqué ni los resultados, sino porque en la cita coincidió el ex mandatario colombiano Álvaro Uribe, cuyo rostro está en estos momentos minado por el peor de los escándalos de espionaje en Colombia. Y es más sospechoso aún porque ha sido Panamá la nación que otorgó asilo territorial a la ex jefa del DAS, mientras en Colombia se reclama justicia para las víctimas. Teniendo estos puntos muy claros, con mayor razón el Presidente ha debido informar todo sobre su viaje porque ciertamente ‘el que nada debe nada teme’. Un consejo sano: son estas acciones las que más credibilidad y transparencia restan al gobierno y parece haber un esfuerzo irracional por perderlo todo, cuando lo que se espera es claridad. ¿O no podía haber claridad?