Contradicciones

Pocas horas después de que el presidente Martinelli pronunciara su informe a la Nación, su partido político (CD) emprendía acciones en dirección opuesta al tono supuestamente conciliador que empleó el mandatario panameño en la Asamblea Nacional. Varios hechos revelan señales de que para CD no habrá espacio para una tregua o conciliaciones. La ministra de Trabajo denunció, con inusitado esmero político, que las empresas del vicepresidente Varela no cumplían con acuerdos laborales. Unas horas antes, la CSJ admitía un incidente por desacato contra los magistrados del Tribunal Electoral que interpusieron 3 diputados de CD ante el Parlacen. Al mismo tiempo, el nuevo presidente de la Asamblea Nacional, Sergio Gálvez (CD), declaraba que seguirá promoviendo el controvertido tema de la reelección presidencial. Más allá de las palabras, los hechos de CD hablan de otro camino donde suenan tambores de guerra. Si la idea es que aquí haya armonía, entonces hay que predicar con el ejemplo. Es tiempo de que lo que se promete se cumpla, porque el resultado de esta eterna controversia afectará negativamente al país y, por ende, a todos los panameños.