¿Colón sin salida?

A la ciudad de Colón han vuelto los días de protestas, violencia e incertidumbre. Las razones del fracaso del diálogo están claras, pero sólo para quien no quiera evadir la clave del desencuentro entre el gobierno de Martinelli y el Frente Amplio por Colón: choque de intereses y desconfianza política. El FAC elevó al máximo sus demandas mientras el gobierno sólo aspiraba a apagar el fuego de las protestas en las calles. Ante esta encrucijada el gobierno ha optado ahora por desaconsejar a sus ministros a que continúen esforzándose por un agónico diálogo y agotar por desgaste el tiempo de las conversaciones. La situación actual es, para algunos, el resultado de exigencias ‘extremas’ sostenidas por los líderes comunales de Colón y, por otra parte, otros han denunciado un manejo oficial poco transparente, dilatorio y excluyente. El peso de las demandas históricas de Colón fue un peso excesivo que no pudo sostener el ministro José Ricardo Fábrega (representante oficial), quien no puede ocultar el fracaso de las negociaciones. Es evidente que el diálogo y el consenso no son fortalezas políticas de este gobierno. Pero debe aprender y rápido.