¿Por qué la CSS?

¡Basta ya!, clama la sociedad panameña entera exasperada de tantas muertes inexplicables en la Caja de Seguro Social. Pero las autoridades —las de antes y las de ahora— siguen en sus entuertos políticos para tratar de evadir su responsabilidad. Pero la incógnita nacional es ¿por qué siempre ocurren decesos masivos en la CSS? Ya no solo se trata de los cientos de muertos por el dietilenglicol, la KPC o los nueve bebés prematuros que fallecieron recientemente en sus siniestros pabellones hospitalarios; se trata también de muertos silenciosos que quizás a diario se producen en sus hospitales, a saber por qué causas. ¿Qué tiene que pasar para que el gobierno, en vez de encubrir con un manto de impunidad a los responsables, sacuda los cimientos de esa fallida institución? Los pacientes siguen recurriendo a la CSS, aunque los tratan como corderos sacrificados. Es inaceptable que el gobierno no le dé prioridad a esclarecer tales muertes. Se está jugando con la salud pública. Por eso el caso de los neonatos fallecidos debe llegar hasta el final.