las prioridades

La inversión en infraestructura, sin duda ninguna, ha sido notable durante esta administración. Existen cuestionamientos, eso sí, sobre aspectos inherentes a la construcción de esas obras. Uno tiene que ver con los altos costos, al compararlos con lo que usualmente se pagaba en la plaza. Se ha producido un salto cuantitativo y ahora hablar de cientos de millones en una obra pública parece lo más normal del mundo. El otro aspecto guarda relación con la dudosa necesidad de ciertas obras. Se cuestiona, por ejemplo, la excesiva inversión en nuevos hospitales cuando los existentes no funcionan a plena capacidad por falta de equipamiento y personal. También hay aeropuertos en los que no aterrizan aún los aviones para los que se hicieron cuantiosas inversiones. Que no nos vaya a suceder lo de España, en donde hoy hay verdaderos elefantes blancos, inutilizados y en franco deterioro, mientras su economía sigue en crisis a causa, entre otras cosas, del despilfarro bailado al son de la danza de los millones.